Tres pesqueros de la comunidad localizaron este año cayucos a la deriva

La Voz de Galicia, La Voz, 01-12-2007

DOCUMENTACIÓN

En los últimos meses han proliferado los casos de cayucos con numerosos cadáveres a bordo y unos supervivientes exhaustos por la dureza del periplo en el mar. Con el de ayer, ya son tres los pesqueros gallegos que localizaron este año cayucos a la deriva:

23 de abril

El pesquero vigués Segundo San Rafael rescató el 23 de abril a 88 inmigrantes que viajaban a bordo de un cayuco a la deriva frente a las costas de Mauritania. Junto a ellos, en el interior de la embarcación, iba el cadáver de otro inmigrante que había muerto durante la travesía. Además, había varios heridos.

10 de agosto

Un crucero turístico español, el Jules Verne , que navegaba entre Trípoli y Malta, localizó en aguas del Mediterráneo a 27 inmigrantes, 14 de los cuales aún estaban con vida, con chaleco salvavidas y flotando en el mar, donde pasaron seis interminables horas. El rescate se produjo después de que el mismo crucero español avisase a las autoridades maltesas de la presencia de otro cayuco con 225 inmigrantes a bordo frente a las costas de Malta.

24 de octubre

El pesquero gallego Tiburón III encontró el miércoles 24 de octubre a 300 millas (unos 550 kilómetros) de las costas de Senegal y de Mauritania un cayuco que llevaba veinte días a la deriva. A bordo quedaban un solo superviviente y siete cadáveres: los cuerpos de los últimos inmigrantes en morir, de un total de 53 senegaleses que habían iniciado la travesía hacia Canarias. El resto fueron arrojados por la borda a medida que iban falleciendo.

5 de noviembre

Al menos 47 de los más de 150 inmigrantes que intentaban ganar las costas canarias en un cayuco murieron de sed, hambre y frío tras dos semanas a la deriva, después de que el motor de la barca se averiara en medio del océano. Militares mauritanos localizaron el 5 de noviembre el cayuco a escasos metros de la costa norte de cabo Blanco con 102 supervivientes a bordo, aunque dos de los inmigrantes fallecieron a las pocas horas, ya en tierra.

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