Un cayuco irrumpe en una regata en El Hierro

El Mundo, TERESA CRUZ. Corresponsal, 01-12-2007

Un catamarán y un pesquero rescataron a 48 náufragos y dos cadáveres que llevaban 15 días en el mar Un cayuco con medio centenar de inmigrantes (dos de ellos, muertos) irrumpió anteayer en una regata, en aguas cercanas a El Hierro, y dejó sin palabras a los participantes de la misma. Fue el trago más amargo de la Atlantic Rally Cruiser, en la que 237 barcos de 30 países diferentes cruzan el Atlántico con rumbo a la paradisiaca isla caribeña de Santa Lucía.


Una ruta bien distinta seguían los ocupantes del cayuco, todos ellos subsaharianos: desde hace más de 15 días trataban de sobrevivir como podían en su particular competición contra el frío y las olas.


Dos de ellos murieron durante la travesía. Otros dos saltaron a uno de los veleros que participaban en la regata y permanecieron allí hasta que se hizo cargo de ellos un barco pesquero que hasta entonces se encontraba tranquilamente pescando pez espada al sur de la isla canaria.


Los tripulantes del catamarán Tallula fueron los que dieron la voz de alarma. Hay incluso un protocolo de emergencia para estos casos establecido desde hace varios años: la Autoridad Portuaria de Las Palmas ha aleccionado a los tripulantes de esta regata para que, en caso de encontrarse cayucos en el camino, el rescate sea inmediato.


Una vez activado el dispositivo, el catamarán se mantuvo junto a los sin papeles hasta que apareció en la zona el pesquero Pinillos Primeiro.


Por segunda vez


Esta embarcación, que tiene su base en la localidad pontevedresa de La Guardia, se convierte así, por segunda vez en un mismo año, en el ángel de la guarda de náufragos anónimos víctimas de la mafias. A principios de este año también rescató a otro barco similar en la misma zona.


El Pinillos Primeiro transbordó a los 48 supervivientes, que fueron localizados a 370 millas al suroeste de El Hierro. Los cadáveres se quedaron en el cayuco a la espera de que la Dirección General de Salvamento Marítimo, dependiente del Ministerio de Fomento, los recogiera.


Al cierre de esta edición, estaba previsto que una nave de Salvamento Marítimo se encontrara con el pesquero para realizar el transbordo de las personas rescatadas.


«Nuestro capitán ordenó el transbordo de los inmigrantes al pesquero, que se encuentran a salvo», explicó ayer a EL MUNDO el representante del barco, que prefirió mantener su nombre en el anonimato.


«Los que faenamos en zona de nadie estamos cansados, aunque suene mal decirlo, del problema de la inmigración irregular. Nuestro trabajo es muy duro y nadie nos paga después el tiempo y el dinero que perdemos sin faenar», se quejó.


«Sé que las vidas humanas están por encima de todo, pero nosotros vivimos de nuestro trabajo y el Gobierno se cree que con las felicitaciones es suficiente», añadió.


Los inmigrantes se encontraban en muy mal estado físico y anímico, según contó el patrón de la embarcación al armador. El pesquero ofreció ropas de abrigo, bebidas y comida a los inmigrantes.


«Parece ser que se quedaron sin gasolina y han estado varios días sin comer ni beber, a pleno sol y en unas condiciones climatológicas muy duras, porque por la noche hace frío y la mar ha estado bastante revuelta», manifestó el representante del Pinillos Primeiro.


Por otro lado, 56 indocumentados fueron interceptados ayer en un cayuco que navegaba a 27 millas al sur de la isla de Tenerife. Los ocupantes de la embarcación llegaron por la tarde al puerto tinerfeño de Los Cristianos. Según fuentes de la Policía Nacional, puede haber cerca de una veintena de menores entre los detenidos, que presentaban buen estado de salud.

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