CHICAGO (EFE).— La indocumentada mexicana Flor Crisóstomo, en huelga de hambre desde hace 13 días en demanda del fin de las redadas y las deportaciones, trasladó ayer su protesta a las puertas de la oficina de un congresista demócrata por Illinois.Crisóstomo, de 28 años, quien enfrenta un proceso de deportación, dijo que quiere “exigir al congresista Rahm Emanuel que cumpla con su deber como miembro del liderazgo demócrata” en el Congreso.Según la joven, el liderazgo demócrata estaría evadiendo la responsabilidad de “trabajar para resolver la actual crisis migratoria”.Crisóstomo, quien fue detenida el año pasado junto a un grupo de indocumentados en la fábrica IFCO de Chicago, realizaba su protesta en la iglesia metodista Adalberto del noroeste de la misma ciudad.En esa iglesia permaneció refugiada durante un año la activista mexicana Elvira Arellano para escapar a una orden de deportación hasta que finalmente abandonó el recinto, fue detenida en Los Ángeles y deportada a Tijuana, México.Crisóstomo dice representar al mismo movimiento de Arellano, La Familia Unida y Sin Fronteras, que lucha contra la separación de familias con hijos estadounidenses y cuyos padres son deportados.Según la mexicana, Emanuel ha declarado públicamente que no piensa considerar el tema migratorio hasta después de la próxima elección presidencial o inclusive después del segundo mandato de un posible presidente demócrata.La activista, que extenderá la huelga de hambre hasta el 12 de diciembre próximo, dijo que la posición del legislador “es inaceptable, porque él tiene la responsabilidad de resolver esta crisis”.“Usted no puede dejar a millones de personas y millones de niños a merced de una ley rota”, agregó.No hubo respuesta de la oficina del congresista a la demanda de una audiencia con Emanuel.