Vuelven los disturbios y los choques con la Gendarmería en el norte de París
ABC, 27-11-2007AFP
Unos policías observan la comisaría incendiada en Villiers – le – Bel, en las afueras del norte de París
JUAN PEDRO QUIÑONERO CORRESPONSAL
PARÍS. Llamaradas de violencia suburbana en la periferia de París. Cuarenta policías heridos tras una noche de enfrentamientos en la localidad de Villiers – le – Bel, que tiene, al mismo tiempo, uno de los índices de criminalidad más altos de Francia, y uno de los índices de más bajos de resolución de casos de delincuencia común.
La noche del domingo, dos adolescentes que corrían en moto, sin casco, y pudieron saltarse un semáforo, murieron en condiciones mal esclarecidas, al chocar con un coche de Policía, en la periferia de Villiers – le – Bel, al norte de París, a unos 18 kilómetros del centro de la capital. Algunos testigos, amigos de los muertos, afirman que los policías «se dieron a la fuga». La investigación policial de urgencia afirma que los adolescentes corrían de manera «temeraria» y se estrellaron ellos solos.
Apenas dos horas más tarde de producirse el drama , la comisaría del pueblo fue atacada e incendiada con cócteles «molotov». Y estallaron violentísimos enfrentamientos entre bandas de adolescentes y jóvenes contra fuerzas del orden.
La Policía detuvo a una veintena de jóvenes. Un bombero y unos cuarenta policías fueron heridos de cierta gravedad, a pedradas o estacazos. Anoche volvieron a producirse incidentes, enfrentamientos e incendios de automóviles. Y el alcalde socialista, Didier Vaillant, decía temer nuevas violencias incontroladas. La ministra del Interior, Michelle – Alliot – Marie, decidió enviar a un centenar de gendarmes antidisturbios.
Marcha silenciosa
Ayer tarde se celebró una marcha silenciosa, organizada por vecinos y organizaciones juveniles. Cuando el desfile de varios centenares de manifestantes se encontraba a la altura de la comisaría incendiada, un joven comentaba a otro: «Cómo me gusta ver esa casa de hijos de puta incendiada». En los alrededores, numerosos vehículos quemados la noche del domingo todavía no habían sido retirados.
Villiers – le – Bel (27.000 habitantes) tiene un índice de criminalidad anual (107 actos de violencia, por cada 1000 habitantes) bastante superior a la media nacional (88/1000). Antigua ciudad rural, se urbanizó vertiginosamente durante los años 70 del siglo pasado. El diminuto centro urbano está hoy rodeado por archipiélagos de pisos sociales, con una población inmigrante mal integrada.
Muy bien comunicada con el centro de París, con trenes de cercanías cada 15/20 minutos, que permiten llegar al centro en 30 minutos cortos, Villiers – le – Bel está en el perímetro suburbano que protagonizó cuatro semanas de incendios durante el invierno del 2005.
Las violencias del domingo y de anoche son utilizadas por extrema izquierda y extrema derecha como armas políticas arrojadizas. El Ministerio del interior ha recibido la consigna de actuar con «firmeza y con discreción». Desde Pekín, Nicolas Sarkozy lanzó ayer un llamamiento a la «calma y la serenidad».
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