La grieta artística de la Tate ha causado 15 heridos en 7 semanas
El Periodico, , 27-11-2007El amor al arte resulta en ocasiones algo accidentado. Siete semanas después de que la colombiana Doris Salcedo asombrara a Londres con su obra Shibboteth 2007, una enorme grieta en el suelo de la Tate Modern, al menos 15 personas han sufrido heridas de menor importancia. Según las cifras que ayer ofrecía el diario The Times, cuatro de los accidentes han sido denunciados al servicio gubernamental de Sanidad y Seguridad. Fuentes del museo rebajan los incidentes a 10, asegurando que ninguno de ellos ha implicado “heridas graves”, a pesar de los 870.000 visitantes que se han acercado a contemplar la impresionante fractura.
“La Tate tiene una gran experiencia en manejar instalaciones complejas y se toma muy en serio todas las consideraciones en torno a la seguridad”, señaló un portavoz. El museo ha descartado poner algún tipo de valla para separar al público de la grieta, porque eso rompería con la estética y el espíritu de la obra. Lo que sí ha hecho ha sido incrementar el personal que vigila el lugar, repartir octavillas advirtiendo del potencial peligro y limitando el número de personas en los días y momentos de grandes aglomeraciones.
La fractura de 167 metros de larga va aumentando su profundidad a medida que avanza por la Sala de las Turbinas, llegando a tener una caída de 27 metros. En algunos puntos hay una anchura suficiente como para que un niño de 2 años pueda caer dentro. Salcedo ha explicado que su trabajo simboliza el odio racial y la división de la sociedad.
RIESGO “OBVIO”
El responsable de la seguridad en el museo, Dennis Ahern, ya advirtió en un correo interno antes de la inauguración de que la obra suponía un riesgo “obvio” y podía causar “una herida de consideración en la pierna” si alguien caía en el agujero. Ahern también indicaba que, si bien una grieta de este tipo requeriría en otras circunstancias alguna protección, al tener en consideración su naturaleza artística, cualquier demarcación o barreras resultarían improcedentes.
El museo sin embargo, según recomendaba Ahern, debía llegar a un acuerdo con la artista en caso de que sea necesario tomar medidas extras de protección. El día de la inauguración, Salcedo se negó a explicar cómo había hecho la brecha. “Lo que importa es el significado. No como se ha realizado”, señaló. “Representa la inmigración, la segregación, el odio racial y el espacio que ocupan los inmigrantes ilegales, un espacio negativo”. “Es una fisura sin fin. Tan profunda como la humanidad”.
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