El domingo vivió la cuarta y última jornada del Festival Womad Las Palmas de Gran Canaria, que recibió, según fuentes de la organización, la visita de más de 100.000 personas. A pesar de la lluvia, el público respondió masivamente a la llamada de las músicas del mundo.

La décimotercera edición del Festival Womad Las Palmas de Gran Canaria echó la noche del domingo el cierre con un masivo apoyo de público como aval de cara a futuras celebraciones. El nuevo formato de este encuentro multicultural ha gustado: de las tres jornadas habituales se ha ampliado a cuatro, recuperando así la noche del jueves; a los tres escenarios con los que los asistentes ya estaban familiarizados – Santa Catalina, Boulevard y Edificio Miller – hay que sumar el Guagua, que ha acercado el Womad al mar y sobre el que se han disfrutado desde sesiones de pinchadiscos locales a talleres de música afro – peruana o propuestas más acústicas como las de Germán López, Justin Adams o Jamie Catto. Si a esto añadimos la amplia y cualificada oferta musical, desde el guineano Mory Kanté a los irlandeses Kíla, pasando por los franceses Black Strobe o el hip hop de Mala Rodríguez, el resultado no puede ser otro que haber superado la cifra de asistencia de 2006, cuando se alcanzaron los 100.000 espectadores, según fuentes de la organización.

Fiesta final

La Gala final, dirigida por el batería estadounidense Bill Cobham (que había tenido el honor de abrir el capítulo de actuaciones el pasado jueves), fue un resumen de lo que se había podido ver a lo largo de todas las jornadas. Patrick Duff, líder del grupo británico Rosabella, mostró los frutos de su taller El cantante y la canción, con el que cinco autores noveles canarios pudieron estrenar sus propias composiciones. A la fiesta de despedida se incorporaron el israelí David Dor, el franco – argelino Akli D, o el maliense Bassekou Kouyate.

El grupo folclórico lanzaroteño Los Campesinos y la rumba catalana de Calima agregaron nuevos sabores a la despedida. Estas dos formaciones, junto a los italianos de Spaccanapoli y el Maghreb Sound System, habían puesto el broche final a uno de los Womad más concurridos desde su primera edición.

Las últimas palabras corrieron de la mano de las presentadoras del festival, un grupo de jóvenes pertenecientes a asociaciones de inmigrantes como El Patio de las Culturas. Estas mujeres procedentes de Cuba, Magreb o Argentina dijeron adiós recordando que Womad es un encuentro de culturas, razas y civilizaciones, «una oportunidad para unirnos y enriquecernos con la diferencia». La última frase fue elocuente: «El año que viene nos vemos, ¡nosotras no nos lo perdemos!».

A pesar de las lluvias

Los dos días más frecuentados por el público volvieron a ser el viernes y el sábado, en los que se concentraba la mayor actividad y también los grupos más atractivos. Sin embargo, la organización valoraba muy positivamente la gran afluencia de público que hubo el jueves. A pesar de las lluvias, el viento y las bajas temperaturas, el Womad no registró suspensiones.