Un ferry que realizaba el trayecto Tarifa – Tánger rescata a tres inmigrantes marroquíes que trataban de cruzar el Estrecho sobre una tabla de windsurf y con remos de juguete Los inmigrantes buscan a la desesperada vías de transporte para llegar a las costas españolas; ya sean neumáticos, pateras o tablas de windsurf.

Este último fue el medio empleado por tres marroquíes el pasado 20 de noviembre para cruzar el Estrecho de Gibraltar. Uno de los ferrys de pasajeros que une Tarifa con Tánger tuvo que rescatarlos.

Eran las 9.48 horas de la mañana y el barco había zarpado a las 9.00 horas. El buque, de la compañía FRS, estaba a punto de enfilar la embocadura del puerto. A babor, ya se apreciaba con detalle la medina de Tánger, con sus casas blancas, cada vez más cercana. A estribor, aún se divisaba la costa gaditana. La mar estaba revuelta, con olas de hasta tres metros de altura. Pero la tabla de surf no pasó inadvertida a los pasajeros.

«Estábamos a 20 minutos de Tánger, cuando vimos a lo lejos algo que se movía», cuenta Miguel Marín, uno de los viajeros del barco, que se dirigía a Marruecos con unos amigos.

El temible estado de la mar les impulsó a comentar lo que habían visto a la tripulación. «Vimos que llamaban para avisar de la situación, con el fin de que llegara un helicóptero a rescatarlos», prosigue Marín.

Finalmente, el barco se acercó a la posición de la tabla de windsurf. «En la compañía había parte de la tripulación que hablaba árabe y ellos pudieron entenderse con los tres inmigrantes », recuerda el pasajero.

Once horas remando

Dos de ellos iban sentados sobre la tabla, mientras que el tercero había caído al agua y se aferraba a ella como podía. Los tres estaban ateridos de frío.

Llevaban remos de juguete y trataban de estabilizar el rumbo, pero les resultaba imposible mantener el control de la embarcación.

Tras la tabla, atado con una cuerda, un neumático en el que llevaban sus pertenencias.

«Uno de ellos se resistió, en principio, a subir al ferry, pero finalmente le pudieron convencer», recuerda Miguel.

Los tres tenían 29 años, según informaron a Europa Press fuentes de la compañía FRS.

Habían salido de Rabat «a las 23.00 horas del día anterior» con intención de alcanzar la costa española. Uno de ellos presentaba síntomas de hipotermia, aunque «fue estabilizado con los primeros auxilios» que se le prestaron a bordo del ferry.

Lejos de alcanzar la Península, los tres inmigrantes fueron trasladados hasta el puerto de Tánger, donde les esperaban la Policía y personal sanitario.