La inmigración ha frenado el envejecimiento

ABC, , 23-11-2007

Ha frenado el envejecimiento, ha atendido la demanda de trabajo insatisfecha, elevado la tasa de actividad y contribuido al bienestar social y al cuidado de los colectivos más vulnerables, como niños, enfermos y ancianos. Esas son los principales beneficios que el informe de la Fundación BBVA concede al fenómeno de la inmigración. «Hemos pasado de ser un país de emigrantes a un país de acogida», explicó una de las investigadoras, Matilde Mas. No en vano, porque en 1900 el 91,1 por ciento de la población residía en un municipio de la misma provincia donde había nacido y sólo un 0,3 por ciento de personas había nacido en el extranjero y en 2006 esas cantidades han variado enormemente. En 2006, el 69,4 por ciento de la población vive en su lugar originario, mientras un 10,8 ha nacido en otros países. Los autores de informe destacan que la inmigración afecta a todo el territorio, pero con más intensidad a las zonas más desarrolladas y con mayor potencial de crecimiento, lo que ha contribuido a agudizar los desequilibrios territoriales. El porcentaje de analfabetos y personas sin estudios o con estudios primarios es mayor entre los extranjeros. Por último, este estudio de la Fundación BBVA también recoge datos sobre el incremento de los movimientos migratorios interregionales: mientras que en 1900 apenas el 8,6% de la población residía en una provincia diferente a la de su nacimiento, este porcentaje alcanza el 19,8% en 2006.

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