La Agencia Europea de Fronteras (Frontex) ha comenzado a desplegar gran parte de sus efectivos en el Mediterráneo ante el importante repunte de la inmigración clandestina con origen en las costas marroquíes y con destino al litoral de Andalucía oriental y Murcia. Sin embargo, esa vigilancia excluye las costas de la Costa Blanca pese a que desde el pasado 15 de septiembre un total de trece pateras han alcanzado el litoral alicantino.

Las cifras ofrecidas ayer por la Guardia Civil dan cuenta de la envergadura de la reapertura de la vía mediterránea, casi cerrada durante los dos últimos años: la denominada Operación Indalo desarrollada entre el 30 de octubre y el 20 de noviembre en Granada, Almería y Murcia, se ha saldado con 28 embarcaciones interceptadas y 305 inmigrantes sin papeles rescatados de las aguas del sur peninsular.


Efectivos

FRONTEX, a petición de España, ha enviado a la zona efectivos de Portugal, Italia, Francia, Malta, Alemania, Chipre y Rumanía. En el operativo, uno de los mayores realizados hasta la fecha por la agencia de la UE, España ha participado con tres patrulleras, dos helicópteros y un equipo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), así como efectivos de Salvamento Marítimo y la Armada. Portugal ha cedido dos patrulleras; Italia, un avión de vigilancia marítima y dos patrulleras; Francia, un avión de vigilancia marítima; Malta, una patrullera; y Alemania, Chipre y Rumanía han participado con diversos equipos de investigación.

Pero resulta sorprendente que el Frontex excluya al litoral de la Costa Blanca de esta vigilancia, precisamente cuando coinciden en el tiempo la decisión de reforzar efectivos con la llegada de pateras a playas alicantinas.


Oleada

Un fenómeno nuevo y hasta ahora insólito dada la considerable distancia entre el norte del Magreb y el litoral alicantino. Sin embargo, que la Comunitat está en el punto de mira de las mafias de inmigración ilegal se confirmó a principios de este mes.

Una oleada de casi una decena de pateras llegó a la franja de mar entre Murcia y Alicante. La mitad de las frágiles embarcaciones, un total de cuatro, fueron detectadas por un pesquero a pocas millas de la playa de Torrevieja. Benidorm también fue escenario de la llegada de una embarcación descubierta a la altura del islote. Semanas más tarde volvieron a aparecer más pateras frente a Torrevieja y otra más en Benidorm.