«Me quedé acá a vivir porque me enganchó el euskera»
Una joven argentina, nacida en Brasil, que llegó a Euskadi con 21 años y cursó Ciencias Políticas en euskera en la UPV, obtiene el premio fin de carrera del Ministerio de Educación
El Correo, , 22-11-2007Un 9,68 sobre 10. Es la nota media que Maite Iturre obtuvo en su licenciatura de Ciencias Políticas por la Universidad del País Vasco (UPV), con la que ha logrado el premio fin de carrera de todas las facultades españolas que concede el Ministerio de Educación. Hasta ahí se le podría considerar una estudiante inteligente y aplicada. El mérito se dispara cuando se repasa su biografía. Esta joven de padres y abuelos argentinos, bisabuelos vascos, nacida en Brasil y criada en La Plata, llegó a Euskadi con 21 años, pasó seis meses interna en un barnetegi y estudió la carrera en euskera. Toda no. Uno de los cursos lo hizo con una beca Séneca en la Universidad Autónoma en Barcelona, ¿en catalán! Ahora es profesora de la UPV. ¿Quién dijo difícil?
-¿Cómo se logra un dominio tan rápido y profundo del euskera como para completar de forma brillante una licenciatura universitaria?
-Cuando ‘entendés’ las benditas tablas del ‘nor-nori-nork’, descubres que el euskera tiene una lógica muy grande y llegas a dominarlo.
-¿Qué le llevó a terminar estudiando una carrera en la Universidad vasca y en euskera?
-No fue nada planeado. Al venir no tenía ninguna intención de quedarme, pero me enganchó el euskera. Una vez aprendido, me daba pena perderlo. Sabía que si volvía a Argentina, lo olvidaría. Por eso decidí estudiar una carrera en euskera. Puedo decir que me quede a vivir acá por la lengua.
De Güeñes
La historia de esta joven de 27 años comienza en Güeñes y en algún punto de la Ribera navarra. De allí eran los bisabuelos que emigraron a Argentina a principios de 1900. Sus padres, él ingeniero y ella periodista, residían en La Plata y se trasladaron a Brasil por motivos de trabajo. Maite nació en Sao Paulo y dijo sus primeras palabras en portugués. «En Argentina mejoró la situación económica, había acabado la dictadura y mi familia decidió volver». Los padres apuntaron a Maite a las actividades del centro vasco los fines de semana: danzas vascas y conocimientos básicos de euskera. «Allá en Argentina todos somos ‘bajados de barcos’ llegados de otros países y a la gente le gusta mucho conservar las costumbres de su lugar de origen, interesarse por sus antepasados», recuerda. A ella le bautizaron con el nombre de Maite Juliana porque su bisabuelo de Güeñes se llamaba Julián.
La joven viajó por primera vez a Euskadi en el año 2000 para participar en un Congreso de Jóvenes de Centros Vascos de América, cuando estaba ya matriculada en Arquitectura en la Universidad de La Plata. Al regresar a su país se apuntó a un programa del Gobierno vasco en su ciudad, el ‘Argentina Euskaraz’, para perfeccionar el idioma y poder enseñarlo después en las casas vascas. Dentro del programa estaba prevista la estancia de seis meses en el barnetegi de Lazkao. Volvió al País Vasco en enero de 2001. «Al acabar el internado mis compañeros iban a hacer al examen de EGA y yo también me presenté», recuerda.
Lo sacó. «Me planteé quedarme aquí a estudiar una carrera, me gustó el euskera y me daba pena perderlo. Además yo siempre quise hacer Ciencias Políticas, pero no había esa licenciatura en la Universidad de La Plata». Le enganchó el euskera… y un profesor universitario con el que se casó en el Ayuntamiento de Güeñes en 2003 y con el que vive en un caserío en Orozko, «lindo lugar», describe.
Acabó Ciencias Políticas en la UPV en el año 2006. Obtuvo el premio fin de carrera de la facultad. Y el pasado 24 de octubre el Ministerio de Educación le comunicó que le habían concedido el premio nacional fin de carrera de Ciencias Políticas. Deberá viajar a Madrid para recoger el galardón y los 3.000 euros del premio. «Me han dicho que cuando la ministra tenga un hueco en su agenda».
Tras pasar un curso con una beca en la UPV para hacer la tesis doctoral, ahora ya es profesora sustituta, todavía… de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas de la UPV. Y se está haciendo popular en el campus de Leioa. Se ha convertido en protagonista de blogs de los alumnos. «Tenemos ‘profe’ nueva, tiene un acento argentino muy guapo, y habla euskera perfectamente, lo pasamos muy bien», se podía leer ayer en uno de esos blogs.
-¿Les sorprende a sus alumnos una profesora con acento argentino que imparte docencia en euskera?
-En euskera no tengo acento. No lo notan. En castellano, sí. Cuando estudiaba me ocurrió una anécdota con un profesor. La clase discurría en euskera y el profesor me pidió que leyera un texto en castellano. Comencé a leer y él, al notar mi acento, pensó que le estaba tomando el pelo. ‘¿Qué, con acentillo argentino, qué graciosa!’, me recriminó. Tuve que explicarle que era argentina.
-¿Habla más idiomas?
-Inglés, portugués, italiano y francés.
La joven profesora escuchaba ayer la radio en catalán en su despacho de la UPV, mientras preparaba a fondo las clases para sus alumnos. «Es por no perderlo», comentó sin darle importancia.
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