Muere Ian Smith, el líder racista de la vieja Rodesia
Las Provincias, 22-11-2007Ian Smith, que ha fallecido a los 88 años en Ciudad del Cabo, donde residía con su hijastra los últimos años, fue el último líder supremacista británico que gobernó en África. Mantuvo sus opiniones hasta el final y creyó que había sido traicionado por Margaret Thatcher. Era hijo de un carnicero escocés que emigró a Rodesia del Sur, ahora Zimbaue, un territorio que, con las actuales Awi y Zambia, formaba parte de la Federación de África Central, que se desintegró en el proceso de descolonización en el continente, en los años cincuenta y sesenta.
Smith lideró la resistencia del 5% de habitantes blancos en Rodesia a la cesión del poder a la mayoría negra y, a las 11 horas del 11 de noviembre de 1965, aniversario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial, leyó una Declaración Unilateral de Independencia, que le valió la condena del mundo.
Veinte mil personas murieron en un conflicto contra las guerrillas de Joshua Nkomo y Robert Mugabe, mientras Smith desafiaba a la ONU y a la metrópoli. El país exportaba cromo a Estados Unidos, carne a Reino Unido y comerciaba con los países surafricanos. Las sanciones económicas eran burladas.
Margaret Thatcher llegó al Gobierno británico, en 1979, cuando Smith había camuflado el gobierno de la minoría blanca tras una nueva Constitución y la formación de un ejecutivo liderado por el obispo Abel Muzorewa. Smith esperaba el apoyo del lobby conservador y de los militares colonialistas británicos.
Pero el Foreign Office, guiado por Peter Carrington, luego secretario general de la OTAN, guió a la primera ministra hacia una iniciativa diplomática que acogió con recelo y ejecutó con valor y sin entusiasmo. El señuelo ideado por los diplomáticos fue ofrecer a Thatcher una solución británica, al margen de la ONU. La líder tory desplegó su habitual energía y su diplomacia directa en una conferencia, en Lusaka, de la Commonwealth, la reunión de viejas colonias británicas que suelen causar recurrentes jaquecas a los dignatarios de Londres. Convocó una reunión entre las diferentes facciones de Rodesia en Lancaster House.
Cuando la negociación estaba al borde del colapso, Thatcher envió a Salisbury, hoy Harare, al aristocrático lord Soames, para hacerse cargo de la transición como Gobernador. La convención avanzó con éxito y se celebraron elecciones en un país supervisado por destacamentos del ejército y de la policía británicos.
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