El bajo crecimiento de la productividad española es una constante desde los 90, pero la economía nacional no ha conseguido aprovechar la mejoría general en la UE, en parte, por la regularización masiva de inmigrantes , según la Comisión Europea.

En 2006, España se situó al final de la cola de la productividad de los Veintisiete, junto a Italia y Portugal, y sus perspectivas son aún más negras para este año y los próximos dos. Según el informe publicado ayer, la productividad española aumentó un 0,7% el año pasado, es decir tres décimas más que en 2005, pero menos de la mitad que la media comunitaria (1,5%).

La Comisión estima que la economía española empeorará sus resultados de aquí a 2009 y quedará la última de la lista, con un 0,6%. «Los recientes datos de productividad pueden mostrar una tendencia a la baja por la regularización de trabajadores inmigrantes ilegales», explica el informe de la Comisión.

España va ahora contracorriente, cuando incluso los menos productivos en la UE, como los belgas o los chipriotas, se han recuperado. Los Veintisiete han logrado superar en este índice a Estados Unidos, cuya productividad sólo creció un 0,9% en 2006. Sin embargo, la Comisión considera que esta ventaja transatlántica es sólo coyuntural y prevé que, en 2008, los americanos volverán a adelantar a los europeos.