La Otra Orilla

Felicidades, presidente

"Un senegalés nacionalizado, que lleva 20 años viviendo en España, entra en una empresa para entregar su currículum. El encargado les dice que sólo contrata a canarios"

Canarias 7, Juan Manuel Pardellas, 21-11-2007

Una pareja de la Guardia Civil para un coche en la autopista del sur de Tenerife. Uno de los agentes se acerca. Al comprobar que el conductor es negro, antes de darle las buenas tardes y solicitarle la documentación, le pregunta dónde robó el dinero para comprar ese coche. La cosa no quedó ahí e incluyó un bofetón al sierraleonés. Un ciudadano senegalés que lleva veinte años viviendo en España, nacionalizado, entra en una empresa con un compañero para entregar su currículum. El encargado les dice que sólo contrata a canarios. Un gambiano solicita una hipoteca. El banco se la concede. Cuando comunica la noticia a sus amigos, éstos le descubren que abonará entre un 20 y un 40 por ciento más que si fuera un ciudadano canario. Otro senegalés al día en sus impuestos, solicita a un ayuntamiento del sur autorización para venta ambulante. Tras previo pago de la licencia, se la conceden, pero no es suficiente. El mercadillo lo explota otra empresa, a la que también hay que abonar una cantidad anual, incluidos los días que no vendas por enfermedad o porque estés de viaje. Un caboverdiano solicita empadronarse en otro ayuntamiento del sur y le niegan su derecho. Una dominicana nacida en las islas estudia en un colegio y sus compañeros le gritan que coja la patera y vuelva a África, donde no ha estado nunca. Estos hechos ocurren en nuestra tierra, aún no se sabe si es porque estas personas son negras o porque son extranjeras. Me resisto a creer que sea un comportamiento general de nuestra sociedad y prefiero pensar que, como en todos colectivos, también hay fruta muy podrida entre las fuerzas de seguridad, las estatales y las locales, entre banqueros, empresarios, escolares y funcionarios. Lo que de verdad me preocupa es que estas personas no tienen ningún lugar donde denunciar las agresiones y abusos que sufren. Los fondos a la integración son muy insuficientes y no llegan a los interesados. Felicidades, presidente, ya lo ha logrado. Ésta es la consecuencia de su mensaje. ¿Qué ocurrirá cuando suban más puntos las hipotecas, el petróleo y el paro?

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