«Hay días que tocamos a mil porteadores por policía»
Diario Sur, , 20-11-2007«Para esto no te preparan en la academia», ironizaba un agente de la Policía Nacional en uno de esos días de caos en el puente del Biutz. Poco antes, el mismo agente caminaba sobre las cabezas de los porteadores, saltando de bulto en bulto, tratando de poner orden en la masa de ciudadanos marroquíes que espera ansiosa su turno para cruzar el paso fronterizo comercial. Un caos al que se enfrenta cada día apenas un puñado de agentes de la Policía Nacional .
«Hay días que tocamos a mil porteadores por cada policía», aseguraba con cierta resignación otro agente. Los efectivos son pocos pero sólo relativamente. Sobre todo si se comparan con la muchedumbre de porteadores. Media docena controla con cierta facilidad a la gran masa. «Hay que emplearse a fondo para evitar avalanchas y no es tan fácil», explica uno de los agentes destinados al Biutz. Su cometido es mantener a raya a los miles de porteadores detrás de una cuerda blanca que levantan los agentes cuando se ha vaciado la cola para acceder al paso fronterizo. Como es imposible que todos formen una fila se va filtrando a los porteadores uno a uno para no saturar el Biutz, un estrecho puente. «Pasan los que se portan bien y esperan sentados, como este, tú pasa», dice un agente señalando a un muchacho que sale corriendo con un enorme paquete en dirección al resto de porteadores que, ya ordenados en fila india, esperan para pasar.
«Cuidado que viene avalancha», avisa un agente a este reportero. Cuando se vacía la cola, los agentes levantan la cuerda que sujeta (simbólicamente) a los porteadores y los primeros salen en desbandada, con los bultos sobre su cabeza o incluso haciéndolos rodar en una carrera desesperada y surrealista. «Si es que para esto no te preparan en la academia», repite el agente mientras vuelve a poner orden.
Marruecos manda
Ayer en cambio fue un día relativamente tranquilo en el polígono del Tarajal. Las masas de porteadores eran ordenadas por filas y los bultos más grandes esperaban apilados contra la pared mientras sus porteadores esperaban sentados sobre ellos. «Hoy sólo comida», decía un porteador.
«Marruecos ha restringido hoy el paso de bultos que no sean comida», explicaba uno de los policías. Y es que es el país vecino quien decide cuándo y cómo se abre el Biutz. Aunque se percibe a simple vista cuáles son los paquetes de ropa, nadie registra el resto de bultos para comprobar qué llevan en su interior. Es un asunto que, presuntamente, lleva a cabo Marruecos.
Así que ayer tocaba comida, sólo comida. Por esta razón, el ajetreo era sensiblemente menor y la gran mayoría de los porteadores esperaba paciente por si Marruecos cambiaba de parecer. «Hoy está bastante tranquilo, si es que esto se puede decir que es tranquilo», explica un agente de la Policía Nacional, «pero puede cambiar en cualquier momento, en cuestión de quince minutos esto puede ser una locura».
El colegio Príncipe Felipe vivió ayer también una mañana en calma sin registrar incidencias y sin porteadores que entorpecieran la entrada a clase.
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