Unas 200 personas se concentraron en protesta por el asesinato Unas 200 personas se concentraron ayer en la plaza de la Constitución de Fuenlabrada para protestar por el asesinato de Carlos Javier Palomino, el joven que falleció en el Metro de Legapzi a manos de un presunto neonazi. Al acto, convocado por los amigos del joven, acudieron vecinos, amigos y diferentes representantes políticos como el alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, la portavoz de Izquierda Unida en el municipio, Teresa Fernández, o los diputados regionales José Quintana y Miguel Reneses.

Los convocantes procedieron a la lectura de un comunicado en el que calificaron el asesinato como un «acto violento y cobarde que nunca tendría que haber sucedido de no ser por los permisos y encubrimientos de las Fuerzas de Seguridad del Estado y las fuerzas políticas que permiten que existan partidos de clara ideología fascista y xenófoba».

Así, Kike, uno de los amigos del fallecido, destacó que desean que la muerte de Carlos «no sea en vano, que sus asesinos y sus cómplices no queden impunes, significando eso una lucha para que el pueblo conviva en una sociedad pacífica, multirracial e igualitaria». En esta línea, subrayó que la muerte de su amigo «no es un hecho aislado» y aludió a los otros dos jóvenes que resultaron heridos en la reyerta, ya que «únicamente fueron a solidarizarse con aquellos compañeros inmigrantes que vienen a nuestro país a ganarse el pan como buenamente pueden».

Además, recordó que, cuando murió, Carlos Palomino se dirigía a protestar por un acto autorizado por la Delegación del Gobierno que había sido convocado por Democracia Nacional, «un partido de ultraderecha que defiende valores racistas y xenófobos». «Durante toda la historia de la democracia, numerosos herederos del franquismo vienen protagonizando multitud de actos violentos y cobardes contra gente que no sea de su misma ideología, color o condición sexual», añadió.

Los manifestantes recordaron que una de los heridos todavía continúa ingresado en el 12 de Octubre.