Valencianosdel exterior
Las Provincias, 17-11-2007CANTE JONDO
Dirigentes del PP de toda España se dan cita este fin de semana en Madrid para participar en una Conferencia Política convocada al objeto de debatir y perfilar las principales propuestas electorales llamadas a convertirse en el esqueleto del programa electoral con el que el PP concurrirá a las elecciones del próximo mes de marzo.
No conozco en mi entorno más inmediato, que es amplio y muy heterogéneo, a ninguna persona que antes de decidir su voto no ya lea, si no tan siquiera hojee, uno de los programas que los diferentes partidos, con gran gasto y esfuerzo, por cierto, buzonean en los domicilios particulares.
No escribo esto para desanimar a Juan Costa, responsable del programa electoral del PP, o a sus homólogos de otras formaciones, pero me sigue sorprendiendo el esfuerzo que todas ellas despliegan para la elaboración de sus respectivos programas a la vista del escaso entusiasmo ciudadano que tales documentos despiertan.
Si nos fiamos de las encuestas que sobre intención de voto se van publicando, un amplio porcentaje de electores tiene decidido su voto desde mucho antes de la cita con las urnas, y sólo queda una franja que supone, más o menos, el 20 por cien del electorado, cuyos miembros se manifiestan indecisos. A esos es a los que hay que trabajarse porque con el resto, como se suele decir, el “pescado ya está vendido”. ¿Es el programa electoral el instrumento más útil para conducir al elector indeciso hacia la papeleta electoral que interesa a cada partido? Lo dudo. Insisto: si nuestros índices de lectura ya son bajos respecto a la media europea, ya me contarán ustedes que confianza se puede tener en que los ciudadanos, atosigados por sus problemas cotidianos, por su día a día, secuestren parte de su tiempo para dedicarlo a la lectura de unos papeles que, como señaló el cínico profesor y ex alcalde de Madrid, Tierno Galván, son paridos para no cumplirlos.
Aquí no hay más madera que la que arde e iniciativas como la que el PP ha puesto en marcha este fin de semana, o la del PSOE fichando a 14 expertos internacionales para que supervisen la redacción del programa socialista y aporten al mismo sus ideas, sólo persiguen un objetivo: animar a los propios y ocupar espacio y tiempo en los medios de comunicación. Y eso sí lo consiguen.
Me parece mucho más interesante y eficaz, puestos a conseguir votos y las simpatías del ciudadano, “empresas” como la que ha emprendido la Conselleria de Inmigración dirigida por Rafael Blasco, cuyas competencias alcanzan, también, al colectivo de los llamados “valencianos en el exterior”, es decir, aquellos que han instalado su residencia allende las fronteras españolas. Este colectivo, con derecho a voto en España, suma la friolera de 50.000 personas. De estas, 30.000 están localizadas entre EE.UU e Hispanoamérica. Y hasta allí ha viajado el director general de Ciudadanía, José Mª Felip, para asistir a la Xª Conferencia Hispanoamericana de Centros Valencianos que se celebra hoy, sábado, en San Román, Argentina. Aquellos de ustedes más puestos en historia, sabrán que San Román fue el sitio elegido en su exilio argentino por el escritor valenciano y republicano Vicente Blasco Ibáñez para fundar la explotación “Nueva Valencia”, donde convivieron durante años valencianos exiliados procedentes de diferentes puntos de nuestra geografía. Allí se mantiene la casa valenciana más antigua de Hispanoamérica y es lugar de conmemoración de cada una de las efemérides y tradiciones valencianas. Conviven con total naturalidad las imágenes de la Geperudeta, con las fotografías de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y con el sentimiento republicano. Hasta San Román se acercarán hoy los representantes de los centros valencianos de toda Hispanoamérica, excepción hecha de los venezolanos. A éstos el gobierno presidido por Hugo Chávez – ¿les suena? – les ha impedido la salida
No me imagino a José Mª Felip pidiendo el voto para el PP en su periplo por aquellas tierras, pero él representa a un Gobierno del PP, el de la Generalitat Valenciana, que con su visita trata de transmitir la sensibilidad de dicho gobierno hacia los valencianos del exterior, su preocupación por mantener los lazos y por contribuir a su bienestar a pesar de la distancia geográfica.
Fraga Iribarne, en su etapa como presidente de la Xunta de Galicia, se trabajó como nadie el voto de los gallegos emigrantes y creo recordar que gracias al mismo se mantuvo en la presidencia en una ocasión
El llamado censo de residentes ausentes (RAE) indica que un total de 1.113.754 compatriotas andan pululando por el mundo. De ellos, en las últimas elecciones generales sólo votaron 304.685. ¿Se imaginan lo que podría ocurrir si votaran todos y lo hicieran, mayoritariamente, a favor de una opción política? El PP valenciano parece que lo ha imaginado.
Por cierto, en febrero se inaugura el primer centro valenciano en Nueva York.
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