CRIMEN EN LEGAZPI / LAS PROTESTAS
Vecinos contra la xenofobia
El Mundo, , 16-11-2007Cerca de 400 personas se reunieron ayer en la plaza de Julián Marías de Usera para honrar la memoria de Carlos Javier Palomino y rechazar el racismo. «Este barrio ha vivido siempre de la inmigración, y lo seguirá haciendo», dijeron los asistentes Usera no quiere que se la relacione con el fascismo. Ni con el racismo. Así lo manifestaron ayer las cerca de 400 personas que acudieron a la concentración organizada por la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de este populoso barrio. Colocados alrededor de una fuente, los asistentes desplegaron una pancarta con el lema «Por el derecho a vivir en paz, contra la xenofobia, contra el racismo y contra la violencia criminal fascista» y guardaron un minuto de silencio en honor de Carlos Javier Palomino, el joven de 16 años asesinado el pasado domingo por un neonazi en el Metro de Legazpi.
Acto seguido, tomó la palabra Inés Morales, portavoz de la Coordinadora, que exigió a las administraciones municipales y autonómicas más implicación en el barrio. «Queremos que se ponga en marcha un plan de intervención social con carácter urgente para que se corrijan las desigualdades existentes en Usera», comentó antes de exigir que se busque las formas jurídicas oportunas para que los grupos de ideología «nazi y fascista» sean ilegalizados.
«Debemos solucionar los problemas con el diálogo y la razón», aseguró Inés antes de finalizar su discurso con el famoso poema de Beltrod Bretch Ahora me llevan a mí.
La emocionante conclusión de Inés fueron también escuchada por el secretario de Movimientos Sociales y ONG del PSOE, Pedro Zerolo; el diputado socialista en la Asamblea de Madrid, Francisco Contreras; la concejala del PSOE en el distrito de Usera, Ana de Sande, y el portavoz de IU en Usera, Ismael de Pablo, que con su presencia quisieron apoyar «la lucha contra la injusticia».
«Tenemos que trabajar todos en busca de la paz y condenando la violencia. Hay que trabajar para que no vuelvan a haber muertes como las de Carlos, que pagó con su vida la lucha contra el racismo. Ninguna agresión de este tipo debe acabar sin una respuesta social, política y judicial», dijo Zerolo. En el mismo sentido se manifestó el diputado Francisco Contreras, que señaló la obligación moral de que «se frene el crecimiento de una extrema derecha que busca criminalizar a los extranjeros».
«Este barrio ha vivido siempre de la inmigración, y lo seguirá haciendo», explicó una señora mayor mientras miraba a un joven suramericano que comenzó a corear el lema «nativa o extranjera, la misma clase obrera». La concentración también sirvió para el reencuentro de varios amigos de Carlos, que volvían a reunirse después de la incineración del menor. Sus compañeros de clase desplegaron una pancarta con las palabras «Carlos, ni olvido, ni perdón, ni un respiro al fascismo y al racismo», a la vez que coreaban distintas consignas antifascistas. El acto finalizó al cabo de media hora, y pese a que algunos asistentes tardaron en abandonar la planta, no se registraron incidentes. La plaza de Julián Marías estuvo vigilada por más de 50 agentes del Cuerpo Nacional de Policía y cuatro lecheras antidisturbios.
Por otra parte, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer que el Gobierno va a garantizar «la tranquilidad» de los madrileños ante las manifestaciones convocadas con motivo del 20 – N y añadió que «si alguien está pensando en salir a la calle a hacer violencia, se va a encontrar enfrente a la Policía». «Vamos a garantizar la tranquilidad, que no le quepa a nadie ninguna duda, y habrá policías y Guardia Civil suficientes para que los madrileños tengan un fin de semana tranquilo», subrayó.
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