Van 4 mil 177 menores deportados
Niños interceptados en su intento por trabajar en Estados Unidos
Prensa Libre, , 13-11-2007En lo que va del año, cuatro mil 177 niños y adolescentes han sido deportados de México y Estados Unidos, luego de ser detenidos por las fuerzas de seguridad en su intento por alcanzar el sueño americano.
El 9 de noviembre recién pasado, llegaron al país 23 menores deportados de México, y fueron remitidos al centro de atención que la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia administra en Quetzaltenango.
En lo que va del año, en ese lugar han atendido a tres mil 171 niños y adolescentes que han sido detenidos por las autoridades mexicanas cuando intentaban llegar a Estados Unidos.
Son jóvenes de familias desestructuradas, que intentan reunirse con sus familiares o buscan un empleo, explicó Josefina Chavarría, encargada del programa de la Secretaría de Bienestar Social.
A esos jóvenes hay que sumar otros mil seis que fueron capturados en territorio norteamericano y enviados de regreso a Guatemala, según el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Preocupación internacional
La Organización de Naciones Unidas mostró su preocupación por ese fenómeno, que prolifera en los países centroamericanos, donde cada vez son interceptados más niños que viajan solos hacia Estados Unidos.
La mayoría de esos niños que viajan solos lo hacen sin documentos, sin dinero, sin referencias y caen muchas veces en situaciones de explotación, sea trabajo forzado o sexual, denunció Jean Philippe Chauzy, de la Organización Internacional para las Migraciones, en Ginebra, Suiza.
Cuando los jóvenes son detenidos en México, su repatriación se tramita por medio del consulado de Guatemala en Tapachula. Chavarría explicó que les dan buena atención, y son trasladados en buses hasta Quetzaltenango. Allí, personal de la mencionada secretaría trata de ubicar a sus familias, para que se hagan cargo de los menores.
Aseguró que hay un reducido número de casos en que no se encuentran parientes, y los niños son enviados a centros de atención.
Hay algunos que prefieren ir allá, para no regresar a sus casas, donde afrontan violencia, indicó la funcionaria.
Sin oportunidades
Según Chavarría, la pobreza, el analfabetismo y la desintegración familiar provocan que esos jóvenes se arriesguen a efectuar el duro viaje, en el que ponen en riesgo sus vidas, al tener que viajar ocultos en camiones y estar a merced de maltratos.
Ellos tienen muy poca educación, y no ven oportunidades aquí, agregó.
Un viaje de esa naturaleza puede costar unos Q10 mil. Además, señaló que hay casos en los cuales las propias familias son las que, en cierto modo, comercian con los niños, y se los entregan a los explotadores, que se encargan de trasladarlos a Estados Unidos con la promesa de que enviarán dinero.
Chavarría dijo que, al finalizar las clases este año, es posible que aumente el número de menores que intenten irse a EE. UU. También indicó que varios de los deportados vuelven a intentar el viaje por el sueño americano.
Les insistimos a las familias que si un menor es deportado en EE. UU., puede ser sancionado, pero igual lo vuelven a intentar, puntualizó.
Vulnerabilidad
Las deportaciones de menores de edad son una forma de violación de los derechos del niño.
Derecho a la supervivencia: a alimento, abrigo y protección de salud.
Desarrollo: a la educación, a la cultura, al juego y la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
Protección: que no sean objeto de abusos, negligencia y explotación.
Participación: intervenir y participar en las decisiones que les afectan y en las actividades de sus comunidades.
Ser escuchado: proteger y garantizar su respeto por los demás.
Villatoro: Es alarmante
Ubaldo Villatoro, de la Mesa Nacional de Migraciones (Menamig), señaló que es alarmante el alto número de niños que viajan solos y son deportados de México y Estados Unidos.
Insistió en que, debido a la precaria situación en que viven, muchos de los menores se arriesgan a emprender esos viajes, en los que se exponen a ser víctimas de maltrato o trata de personas. Reconoció que las autoridades han hecho esfuerzos por dar una mejor atención a los niños deportados, pero agregó que el Gobierno debería propiciar las condiciones para que ellos no se vean obligados a abandonar su país ante la falta de oportunidades.
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