LUIS IZQUIERDO – Madrid

El joven fallecido murió al recibir una única puñalada en el tórax, que le alcanzó el corazón
La semilla del odio a lo diferente prendía ayer en un vagón del metro de Madrid y el brillo de navajas se saldaba con la muerte de un joven de 16 años y heridas de consideración a otras ocho personas. El presunto homicida es un joven de 24 años, vestido con ropas de estética neonazi, que se encuentra detenido en jefatura.

El encuentro de dos grupos de jóvenes, skin los unos y antifascistas los otros, en el metro madrileño, no tuvo nada de casual. La organización Juventudes de Democracia Nacional (DNJ) había convocado para el mediodía de ayer una manifestación, de marcado carácter xenófobo, en la plaza Julián Marías, en el corazón del barrio madrileño de Usera, bajo el lema “Contra el racismo antiespañol”. Pretendía protestar por lo que los miembros de este partido de extrema derecha consideran un trato de favor hacia los inmigrantes y en contra de los españoles. Y llevaron la protesta a uno de los barrios que concentra un mayor número de inmigrantes en la capital.

Manifestantes y contramanifestantes coincidieron poco antes de las 12 horas en el mismo vagón, cuando el tren se detenía en la estación de metro de Legazpi y, por motivos que se ignoran, se desató la pelea. El fallecido recibió una única puñalada en el costado izquierdo del tórax, que le alcanzó el corazón provocándole la muerte casi al instante, según informaron fuentes de Emergencias Madrid. De nada sirvieron las maniobras de reanimación que se prolongaron durante media hora. Otro de los jóvenes que acudían a la protesta para contrarrestar a los convocantes resultó herido de cierta consideración por una cuchillada en el pecho, pero una unidad del Samur consiguió trasladarle vivo hasta el hospital Doce de Octubre, donde, tras una intervención quirúrgica, pudieron estabilizarle.

Al menos hay otros tres heridos de arma blanca, ingresados en centros hospitalarios, aunque entre ellos no se halla el presunto autor del homicidio. El presunto autor de la muerte fue identificado por la Policía Municipal, según la información facilitada por el consejero autonómico de Justicia, Alfredo Prada, quien calificó lo ocurrido como de “lamentable suceso”.

Una joven, que acompañaba al fallecido y al herido de mayor gravedad, negó que sus amigos vistiesen estética de ninguna clase, se autodefinía como “gente humilde”• y afirmaba que el agresor les miró mal y, sin que hubiese provocación de por medio, se abalanzó sobre ellos propinándoles las puñaladas. La chica se limitó a decir que eran jóvenes trabajadores, residentes en la zona sur de Madrid y que, sencillamente, acudían a la protesta para contrarrestar los gritos xenófobos de los convocantes.

El Samur atendió a varias personas, ajenas a la pelea, pero que viajaban en el vagón donde se produjo la pelea, pues todo indica que alguno de los participantes utilizó un spray que contenía alguna sustancia lacrimógena. Los sanitarios también tuvieron que atender a un vigilante del Metro y a un policía, que resultó herido en la cabeza en las cargas que se produjeron durante la manifestación y en la que hubo nuevas detenciones. En la protesta se profirieron gritos genéricos contra los extranjeros: “Negros fuera” o “Inmigrantes fuera”, así como saludos de simbología hitleriana. Por la tarde, medio millar de personas se congregó en la Puerta de Sol por la muerte del joven.