Los Ferrocarrils de la Generalitat contarán el año que viene con un sofisticado sistema de videovigilancia que permitirá contemplar en tiempo real lo que ocurre en el interior de todos los vagones. Las imágenes se transmitirán vía wifi y se visionarán y almacenarán en un centro de control que se está ultimando en Rubí (Vallès Occidental). Agresiones como la que sufrió una menor ecuatoriana en un vagón de Ferrocarrils podrán presenciarse mientras ocurren y avisar inmediatamente a los Mossos d’Esquadra o los vigilantes privados.
El proyecto de videovigilancia, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, mejorará la seguridad que Ferrocarrils brinda a sus viajeros. No es lo mismo viajar en un tren a ciertas horas, y con poca gente, sabiendo que hay una cámara y alguien que desde un monitor está vigilando.

AGRESIÓN RACISTA
Los convoyes ya disponen de cámaras. Una de estas grabó las imágenes de Sergi Xavier Martín agrediendo a una menor ecuatoriana en un vagón, el pasado 7 de octubre. Pero nadie, salvo los testigos, presenció la agresión en directo. Las cámaras grabaron y volcaron las imágenes en un disco duro. Cuando la joven denunció los hechos a la Guardia Civil, los agentes solicitaron las cintas de ese día y de ese tren a Ferrocarrils.
¿Qué permitirá el nuevo sistema? Que el operador de Ferrocarrils presencie en tiempo real lo que ocurre en los vagones en funcionamiento. El sistema de seguridad será muy parecido al que actualmente tienen entidades como La Caixa. Las imágenes se controlan desde un centro con monitores que de manera ordenada conectan en el caso de la entidad bancaria con las sucursales, y en los Ferrocarrils, con los vagones.
El sistema empezará a funcionar cuando Ferrocarrils termine la instalación de wifi en toda su red. De hecho, la empresa fue pionera en facilitar la cobertura para móviles de las tres compañías operadoras.
Alguien pensará que si se produce un incidente en un vagón y en ese momento la cámara no está conectada al monitor de la sala de control de poco servirá la imagen en directo. Pero no. Todos los vagones disponen de una alerta SOS que en el momento de ser activada priorizará la imagen de ese tren y permitirá al conductor del convoy presenciar también desde un monitor que tiene en su cabina saber qué está pasando.
Las actuales salas de control que tiene Ferrocarrils ya controlan en tiempo real lo que ocurre en los andenes, ascensores y vestíbulos de las 72 estaciones que tienen las dos lí –
neas metropolitanas. Y en los interfonos de ayuda, cuando se conectan, el operador que responde visiona desde una pantalla la cara del usuario. En total, Ferrocarrils tiene más de 400 cámaras instaladas, sin contar las del interior de los vagones.

ENTRE DOS Y CINCO DÍAS
Las imágenes se guardan entre dos y cinco días. Han sido una herramienta fundamental en numerosas investigaciones policiales. Y no solo en la búsqueda de asesinos. Las grabaciones de mujeres rumanas robando con destreza en vagones del metro y de los Ferrocarrils sirvieron a los Mossos para identificarlas y demostrar ante jueces y fiscales que actuaban de manera organizada para robar.
En otras ocasiones, las cintas han servido para resolver denuncias falsas. Por ejemplo, la de una agresión sexual que la víctima ubicó en una instalación de los Ferrocarrils y que las cámaras nunca registraron. En definitiva, que a partir del año que viene, en los trenes de Ferrocarrils nadie viajará solo.