D. M.

ALICANTE. El Ejecutivo de la Comunidad Valenciana ha decidido recabar el respaldo de la Región de Murcia para exigir al Gobierno que refuerce la vigilancia de sus costas ante la nueva oleada de pateras. Junto con Alicante, la murciana se ha convertido en los últimos días en una nueva puerta de entrada de cayucos.

Así, el consejero de Gobernación, Serafín Castellano, anunció ayer que prevé reunirse con su homólogo murciano, el consejero de Presidencia, Juan Antonio de Heras, para abordar de forma conjunta las recientes avalanchas de pateras. El encuentro, que se producirá la próxima semana, certificará un nuevo frente común entre la Comunidad Valenciana y Murcia, en este caso para exigir al Gobierno que «incremente la insuficiente vigilancia de las costas», según fuentes de la Generalitat.

Mientras el Ejecutivo, a la espera de que el sistema SIVE se desarrolle por completo, considera que las costas alicantinas se encuentran preparadas ante su eventual consolidación como puerta de entrada de la inmigración ilegal, Castellano cree que la segunda avalancha de pateras en las últimas semanas demuestra que «los recursos son insuficientes».

En los últimos días se han rescatado 38 inmigrantes de cuatro pateras, que desembarcaron en el Puerto de Alicante tras ser localizados frente a la costa de Cartagena. Asimismo, se ha detenido a otros dos que lograron llegar a Benidorm – y que, como sucedió en septiembre, fueron localizados gracias a la colaboración ciudadana – , y se han hallado otras embarcaciones vacías en los límites entre la provincia de Alicante y Murcia.

Por su parte, aunque Interior no se ha pronunciado, la Guardia Civil considera que se trata de un señuelo de las mafias del narcotráfico.

Precisamente ayer tarde, efectivos de la Guardia Civil detuvieron a seis inmigrantes, dos de origen magrebí y el resto de nacionalidad argelina, que entraron por la costa de Cartagena de forma irregular a España, tras arribar en un bote a la playa de Calblanque, según informó la Delegación del Gobierno en Murcia.

La Guardia Civil localizó el bote embarrancado, de unos 4,5 metros de eslora y dotado con un motor de 30 caballos, sobre las 9.45, por lo que desplegó un dispositivo de búsqueda que dio primero con cuatro inmigrantes cerca de la refinería de Escombreras sobre las 13 horas, y luego con otros dos en Calblanque.

Los seis fueron trasladados al cuartel de la Guardia Civil de Cartagena, desde donde pasaron a disposición de la Policía Nacional de la ciudad portuaria.