Una nueva oleada deja en Canarias un millar de «sin papeles» en siete días
ABC, 11-11-2007ERENA CALVO
LAS PALMAS. A estas alturas, el año pasado habían alcanzado Canarias a bordo de embarcaciones clandestinas algo más de 30.000 inmigrantes. Con el incremento de los controles en Mauritania y Senegal – de donde procedía la mayor parte de los cayucos que tocaban tierra en el Archipiélago – se ha visto reducida esa cifra y este año son cerca de diez mil los indocumentados que han llegado a las Islas.
Sin embargo, en los últimos días se ha producido un repunte en la arribada de embarcaciones clandestinas a Canarias y desde el domingo pasado ya son casi un millar los «sin papeles» de origen magrebí y subsahariano que han conseguido alcanzar las Islas en una nueva oleada de más de una decena de barquillas.
No sólo eso. «Últimamente, ha aumentado muchísimo la llegada de menores de edad, esta semana lo habrán logrado casi cincuenta, y mujeres, que hacía tiempo que no se las veía en las expediciones que llegan a las Islas», explican miembros de los operativos de Cruz Roja en el Archipiélago.
Sólo desde la noche del viernes han sido localizados más de 250 indocumentados que se dirigían o han alcanzado las Islas. Avistados por un barco de pesca, los 82 ocupantes de un cayuco en el que viajaban catorce menores desembarcaba en Gran Canaria, en el muelle de Arguineguín, el viernes a las diez y media de la noche. Cuatro de ellos tuvieron que ser hospitalizados en centros sanitarios de la isla con cuadros de hipotermia, paludismo y varicela, además de rozaduras y quemaduras producidas durante el viaje.
Seis adultos, catorce menores
De madrugada, a las cuatro, el radar móvil del SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Exterior) de Gran Canaria localizaba otra embarcación clandestina. En esta ocasión, se trataba de una patera en la que viajaban veinte personas, catorce de ellos menores de edad. Se encontraba ya a sólo ocho millas del municipio de Mogán, al sur de la isla.
Tras dar con ella, un patrullero de la Armada intentó acercarse a la barquilla, que consiguió burlar los controles practicando maniobras evasivas hasta que se aproximó hasta ella la embarcación «Báltico» de la Guardia Civil. Los ocupantes de esta expedición aseguraron haber partido de la zona de Dakhla, en las costas del Sahara.
Otros dos cayucos fueron localizados ayer. Uno de ellos fue avistado por un velero cuando se dirigía hacia Dakar. Estaban a 140 millas de Gran Canaria y a su encuentro salió el remolcador «Conde de Gondomar». Se estima que en esta piragua viajaba un centenar de «sin papeles». El segundo cayuco, con unas cincuenta personas, fue avistado a 16 millas al sur de La Gomera por Salvamento Marítimo, que a última hora trasladaba la piragua hasta el muelle de San Sebastián de La Gomera. Pero las Islas no fueron ayer el único destino de las pateras que parten de África. Una, llena literalmente de niños, informa Ep, llegó a El Ejido. De sus cuarenta ocupantes, todos marroquíes, se cree (a falta de practicar las pruebas óseas) que treinta de ellos son menores.
Golpe a las mafias en Baleares
Por otra parte, ayer se conoció que la Guardia Civil de Baleares ha desarticulado una red de inmigración irregular que promovía el tráfico ilegal de personas entre Argelia y España, saldándose la operación con la detención de once personas en las provincias de Navarra y Zaragoza, según informa el Instituto Armado.
La operación «Kaskai» se inició en Baleares con la llegada de la primera patera en septiembre de 2006, según recoge Ep, y a la que luego siguieron otras más; lo que motivó la apertura de una investigación para esclarecer el posible establecimiento de una nueva ruta de flujo migratorio irregular, motivado por la implantación del sistema de vigilancia por radares móviles, el SIVE, y la ventaja que supone emprender la ruta desde Dellys (Argelia).
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