"Sería interesante crear un recurso específico para este colectivo"
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 11-11-2007Donostia . “Es un volumen muy importante de gente y sería interesante estudiar, por parte de las instituciones, la posibilidad de crear un recurso específico para trabajar con ellos”, asegura Ander Amunarriz, técnico en intervención psico – social de Rais (Red de Apoyo a la Integración Sociolaboral) en Euskadi. Desde su experiencia en el trabajo de calle con personas sin hogar, este profesional subraya la importancia de “conocer bien a un colectivo con el que vas a trabajar”.
“La verdad es que hay muchas personas de Rumanía y, por mucho que se les eche, las fronteras están abiertas. Tienen muy fácil venir y van a seguir haciéndolo. Por eso, igual lo interesante es valorar la posibilidad de crear un recurso específico para trabajar con ellos, especializado en la etnia gitana y en la situación de Rumania. Porque ésa es su realidad y es muy importante conocerla: saber con quién estás trabajando, de qué manera se puede contactar con ellos…. Es importante todo eso para poder llegar con mayor facilidad”, afirma.
Reconoce, no obstante, que el de los rumanos sin techo es un colectivo de difícil acceso. “La experiencia que he tenido yo en la calle es que es muy complicado que accedan a los recursos. Se entremezclan muchas cosas. La dificultad del idioma, el esquema de funcionamiento de la etnia gitana… Es un pueblo más bien nómada y se trasladan, están bastante organizados en ese sentido”, comenta.
interesados Por todo ello, señala, no resulta sencillo convencerles para que acudan a ser atendidos por los servicios sociales. “Cuando he ido donde rumanos que estaban en la calle y he logrado que comprendieran – con la ayuda de un intérprete – la ayuda que les ofrecía, se han mostrado interesados.Me han dado las gracias y han dicho que sí que irían. Pero luego no lo han hecho”, lamenta.
En relación al caso de los rumanos alojados en el antiguo instituto de Martutene, Amunarriz asegura que estaba al tanto de la situación, pero nunca ha hablado con los residentes. Se trata, cabe recordar, de un centenar de rumanos sobre los que el Departamento de Educación del Gobierno Vasco – propietario del edificio – ya ha manifestado su intención de desalojar antes de fin de año.
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