donostia. El director de Infancia y Juventud de Gipuzkoa, José Ignacio Insausti, aseguró ayer que el problema de los menores extranjeros no acompañados “está sirviendo para tapar otras realidades” como los conflictos de los adolescentes autóctonos.

Insausti hizo esta reflexión en la inauguración de la jornadaRetos en la intervención con adolescentes organizada en Donostia por la asociación Norbera y en la que también participaron la responsable de Renovación Pedagógica del Gobierno Vasco, Marisol Uria, y la concejal de Bienestar Social del Consistorio donostiarra, Susana García Chueca.

El responsable foral recordó que, a pesar de que se habla mucho de los menores inmigrantes que llegan al territorio, Gipuzkoa no solo tiene que afrontar esta “realidad”, sino también la de muchos adolescentes del territorio y sus familias que “están siendo atendidos” por los servicios de asistencia.

Explicó en este sentido que, según sus previsiones, este año la Diputación atenderá aproximadamente “a unos 200 menores extranjeros frente a unos 1.000 autóctonos”.

Insausti recalcó que la diferencia de número entre los adolescentes inmigrantes y los autóctonos asistidos por las instituciones “es importante”, pero a pesar de ello se habla más de los extranjeros “porque no tienen familias ni referentes y es un fenómeno fruto del movimiento migratorio”, aunque “en definitiva son menores igual de desprotegidos que los que puede haber aquí”.

Desveló que, en general, los problemas de adaptación de los menores van en aumento cada año, aunque atribuyó este fenómeno a que la sensibilidad de la sociedad con este asunto es cada vez mayor, cuando todavía “hace poco tiempo se miraba para otro lado”.

“Además, ahora hemos establecido una red de detección temprana y los problemas se descubren pronto lo que posibilita que las medidas se adopten en tiempo y forma para solucionarlos cuanto antes”, explicó.