Desalojo pac&237;fico del asentamiento de rumanos en Badajoz

La Razón, M. O., 09-11-2007

M&233;rida – Un total de 1.500 temporeros de nacionalidad rumana asentados,
desde hace cuatro meses, en un campamento ilegal en Santa Marta de los
Barros (Badajoz) comenzaron a ser desalojados el pasado mi&233;rcoles, de
forma pac&237;fica, sin que, en ning&250;n momento, hayan tenido que intervenir ni
la Guardia Civil ni la Polic&237;a Local de la localidad.
&160;&160;&160;La
Delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, dijo ayer en C&225;ceres
que este desmantelamiento se est&225; desarrollando &171;con tranquilidad&187;, y que
ya se han marchado unos 1.000 temporeros, aunque todav&237;a quedan unos 500
en la zona. La delegada record&243; que el asentamiento era &171;ilegal&187; ya que
este tipo de concentraciones no est&225; permitido por las autoridades
municipales. Aunque eso s&237;, matiz&243; que el Gobierno central &171;trabaja por
los derechos de los inmigrantes&187; para que estos vengan a trabajar de forma
regular.
&160;&160;&160;Ante el crecimiento &171;preocupante&187; de este asentimiento, que
se detect&243; en agosto, la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen
Pereira, mantuvo una reuni&243;n, en septiembre, con el alcalde de Santa Marta
de los Barros, Jorge V&225;zquez, y con representantes de la Guardia Civil
para buscar una soluci&243;n a un problema que empezaba a provocar inquietud
entre los habitantes de esta localidad por la presencia de este n&250;mero tan
elevado de ciudadanos de etnia gitana y de procedencia rumana y portuguesa.
&160;&160;&160;Seguridad ciudadana
&160;&160;&160;Precisamente entonces, se concret&243;
la presencia de diversos efectivos de la Guardia Civil para poder
garantizar la seguridad ciudadana en las calles y comercios de la
localidad, ya que seg&250;n dijeron, tanto la delegada del Gobierno como el
alcalde de Santa Marta, la presencia de este n&250;mero tan elevado de
rumanos, en situaci&243;n irregular, estaba provocando que se dieran
&171;problemas de convivencia y peque&241;os robos para comer&187; causados,
sobretodo, por &171;el estilo de vida n&243;mada al que est&225;n acostumbrados estos
ciudadanos&187;.
&160;&160;&160;Un asunto que se torn&243; m&225;s serio, cuando, seg&250;n el
primer edil, varios de los propietarios de bares y restaurantes comenzaron
a contratar vigilantes jurados para poder asegurar la seguridad de sus
negocios. A esto se a&241;adi&243; que, seg&250;n V&225;zquez, se produjeron algunos
problemas de higiene y salubridad en las calles y en los propios
asentamientos.
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