La población inmigrante aporta más de una tercera parte del crecimiento del PIB

El efecto sobre la renta per cápita es prácticamente nulo, con un incremento negativo de 0,18 puntos de media

Diario de Noticias, juan ángel monreal, 09-11-2007

Pamplona. La población inmigrante aportó en Navarra una tercera parte del crecimiento económico que ha experimentado la Comunidad Foral entre 2000 y 2006. Los nuevos residentes, cuya llegada se ha ralentizado en los dos últimos años, añadieron en concreto 1,16 puntos de media anual para un crecimiento sostenido a ritmos del 3,2%. En ambos datos, Navarra se sitúa en este periodo ligeramente por debajo de la media nacional.

Los números, que fueron aportados ayer por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), reflejan que la población inmigrante ha contribuido en toda España a un incremento de 1,3 puntos de media al Producto Interior Bruto, que ha crecido a un ritmo del 3,34% en uno de los periodos de mayor prosperidad conocidos. El impacto de la inmigración resultó especialmente notable en comunidades del arco levantino como Valencia y Murcia, así como en los dos archipiélagos y en La Rioja. Fue sin embargo mucho menor en la cornisa cantábrica – desde Galicia al País Vasco – y en Aragón.

De este modo, el estudio de FEDEA señala que “los mayores incrementos en la población se corresponden con menores aumentos en la renta per capita”, mientras que, en términos generales, aquellas comunidades que han experimentado un menor impacto migratorio, han visto cómo su renta per capita crecía a un ritmo superior: la Comunidad Autónoma Vasca, Asturias, Galicia, Castilla y León y Extremadura son algunos de los mejores ejemplos de ello.

En este ranking, Navarra se encuentra en un término medio en casi todos los parámetros. Así, la población de la Comunidad Foral ha crecido a un ritmo del 1,34% al año, frente al 1,25% total. Los datos de FEDEA apuntan sin embargo a que Navarra ha absorbido razonablemente bien la llegada de trabajadores que han pasado a ocupar, en la gran mayoría de los casos, trabajos de escasa cualificación y bajo sueldo. Así, la renta per capita se ha incrementado a un ritmo de 1,91 (1,78 de media nacional) y sólo lo hubiera hecho en 0,18 puntos más sin la presencia de los nuevos trabajadores. En el conjunto nacional, el impacto de la inmigración en la renta per capita ha sido ligeramente positivo: 0,05.

freno a la productividad Todos estos datos fueron expuestos durante el Congreso de Economía de Navarra, que se ha celebrado los dos últimos días en Pamplona y que ha abordado los efectos de la inmigración en la economía. El mismo estudio arrojaba, junto a estos datos, un análisis sobre la evolución de la productividad en Navarra algo más preocupante. Así, según estos datos, la contribución negativa de la inmigración al incremento de la productividad fue superior en Navarra ( – 0,63) a la media nacional ( – 0.51).

Pese a todo, la Comunidad Foral se situó entre 2000 y 2006 como la tercera comunidad en la que más creció la productividad. En este periodo, el incremento medio fue de 1,84 puntos, con una importante diferencia entre los trabajadores nacionales (2,46) y los inmigrantes ( – 0,63%). Ésta es, por ejemplo, una de las principales diferencias entre Navarra y el País Vasco, la comunidad con un mayor incremento de la productividad: 2,22 puntos de incremento en los trabajadores locales y apenas dos décimas negativas entre los inmigrantes .

El informe concluye, por lo tanto, que “a nivel regional, cuanto mayor es la entrada de inmigrantes menor es el crecimiento de la productividad”. Baleares, Madrid, La Rioja y Andalucía experimentan según este estudio, incrementos negativos y comunidades como Valencia (0,03) o Murcia (0,15) apenas crecen en este sentido. Del mismo modo el informe señala que en aquellas regiones donde más crece la tasa de empleo, menos lo hace la productividad. Únicamente la CAV contradice este axioma.

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