Los trabajadores extranjeros sufren el doble de accidentes que la media de la población, según destaca un estudio de cuatro expertos del Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL), y que fue presentado por la mañana en el VII Congreso de Economía de Navarra.

Los datos de 2006 demuestran que los extranjeros suponían hace un año el 9,8% de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en Navarra (22.111 de 225.013 trabajadores). Sin embargo, protagonizaron 2.525 accidentes laborales con baja, frente a los 10.187 sufridos por trabajadores de nacionalidad española, lo que supone el 20% de siniestros.

La tasa duplica la proporción que corresponde por su presencia en el entorno laboral. La siniestralidad sube, además, en los sectores con mayor presencia de trabajadores extranjeros. En concreto, protagonizan el 34% de accidentes en la Agricultura y el 35% en la Construcción.

Por países, la accidentabilidad es mayor entre los nacionales de Marruecos (204 accidentes por cada mil trabajadores), Argelia (185) y Portugal (173), aunque puede deberse a que frecuentemente desempeñan trabajos en sectores con mayor riesgo.

La etiqueta de «inmigrante»

Durante la mañana, más de una decena de expertos presentó en Baluarte ponencias sobre la economía navarra. Así, la investigadora de Institución Futuro, Cristina Berechet, dijo que Navarra ocupa una posición destacada en el entorno europeo en cuanto a renta per capita, que en 2006 fue de 27.861 euros (un 126% en relación a España). De 254 regiones europeas, la Comunidad foral ocupa el lugar 41º y pertenece por tanto al 16% de regiones europeas con más renta per cápita.

En una sociedad de «pleno empleo» el margen de mejora para «generar riqueza» se encuentra en el «incremento de la productividad», según defendió Berechet junto a Emilio Huerta, director del Centro para la Competitividad de Navarra (CCN).

Asimismo, en la mesa redonda sobre integración, Noelia Ruiz, presidenta de la Asociación Cultural de Colombianos en Navarra (Asocolón) expresó que «la etiqueta permanente de inmigrante», con que se cataloga a las personas de origen extranjero aún varios años después de llegar a España y obtener la nacionalidad, dificulta su integración real en la sociedad. Ruiz indicó que los inmigrantes no perciben racismo, pero ven a los navarros «como fríos, distantes y que tienden a crear grupos cerrados».