Un centenar de rumanos será desalojado antes de finales de año de un instituto en Martutene
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 09-11-2007El Departamento vasco de Educación asegura que está “al tanto” de la situación y ha tomado “cartas en el asunto”
donostia. Un centenar de inmigrantes rumanos que ocupan desde hace meses un antiguo instituto profesional del barrio de Martutene, en Donostia, serán desalojados antes de final de año. El Departamento de Educación del Gobierno Vasco, propietario del centro de enseñanza en desuso, aseguró ayer a este periódico que está “al tanto de la situación”, que ha generado numerosas quejas ciudadanas, y que ya ha “tomado cartas en el asunto”.
La fecha en la que se producirá el desahucio, no obstante, aún no ha sido fijada, ya que es preciso “coordinarse con la Ertzaintza y el Ayuntamiento de Donostia”, así como esperar a la obtención de la orden judicial preceptiva para intervenir en este antiguo instituto de Formación Profesional, según subrayaron desde Educación. La consejería, sin embargo, estimó que la expulsión de los ocupantes se producirá “antes de fin de año”.
El Departamento de Interior, por su parte, señaló que la Ertzaintza, por el momento, “no ha recibido ninguna orden” para intervenir en el edificio de Martutene. “De momento, estamos a la espera de cualquier mandato de desalojo. Actuaremos en función de las órdenes judiciales”, indicaron desde Interior.
elorza exige medidas El alcalde de Donostia, Odón Elorza, ha exigido al Gobierno Vasco que solucione los problemas que está causando en el barrio de Martutene este grupo de rumanos que, según los vecinos, llegan a rondar el centenar y ocupan desde hace al menos cinco meses el local. Según fuentes municipales, el primer edil donostiarra ha remitido dos escritos al respecto al Ejecutivo autonómico y aún no ha recibido contestación.
Una de las misivas se dirigía al consejero de Interior, Javier Balza, para ponerle al corriente de la situación y advertirle de que el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana, salvo autorización expresa, no puede actuar por medio de la Guardia Municipal debido a que este centro de enseñanza, actualmente en desuso, es competencia del Ejecutivo autonómico.
Por ello, el alcalde ha reclamado al consejero que tome medidas para disolver la concentración ilegal de personas en este inmueble, que ha generado quejas ciudadanas debido a las condiciones de insalubridad y a los incidentes ocasionados por sus ocupantes.
Asimismo, Elorza ha enviado otra carta al Departamento de Educación del Gobierno Vasco, propietario del inmueble de Martutene, en la que solicita, además del desalojo de las familias rumanas, que se tapien puertas y ventanas para evitar nuevas tomas del edificio. De hecho, los habitantes del barrio afirman que la mayoría de las familias que viven en el instituto son las mismas que fueron desalojadas en mayo de la cercana casa Arruabarrena de Txomin, en Loiola, tras las reiteradas denuncias vecinales por la insalubridad de su situación y las reclamaciones del propietario.
El regidor donostiarra, por otra parte, pide también en su escrito a la consejería que se defina con celeridad el futuro del instituto de Formación Profesional de Martutene, que, desde su clausura hace más de un lustro, ha permanecido vacío. A pesar de que en 2004 el Gobierno Vasco anunció que iba a rehabilitar este centro para convertirlo en la sede del Centro Superior de Música del País Vasco, esta opción fue descartada por los problemas técnicos y de sonorización que presentaba. Desde entonces, Educación no ha planteado ningún proyecto para el inmueble, aunque, según manifestaron ayer desde este Departamento, se baraja su posible derribo tras el desalojo de las personas que lo habitan.
“se pasan la pelota” En opinión de algunos vecinos de la zona, las instituciones deben acelerar el proceso de desalojo del inmueble. “Se están pasando la pelota”, censuró ayer uno de ellos, que comparó esta situación con la que se vive en la zona del muelle donostiarra. “Allí también hay mucha mendicidad pero parece que no pasa nada. Que si la competencia es de uno, que si es de otro…”, lamentó.
Explicó, además, la problemática que, en ocasiones, se produce los fines de semana en el edificio de Martutene. “Hay un circuito pequeño y suele venir gente a jugar con coches teledirigidos. A veces ha surgido algún problema ya que, al parecer, han desaparecido algunas cosas que se guardan en el propio patio”, señaló. Resaltó, además, que la situación que se vive en Martutene no es única en el territorio. “Hay otros edificios deshabitados que han sido ocupados por comunidades de rumanos”.
Según afirmó, las quejas de los vecinos de este barrio donostiarra se remontan a hace varias semanas. “Son, principalmente, por el mal olor y los golpes que a veces se oyen”, precisó, mientras matizó que, desde fuera, la sensación que generan estos ciudadanos rumanos “no es de peligro”. “Parecen buena gente”, agregó.
“En el tema del trato no suele haber ningún problema”, aseguró, por su parte, uno de los operarios que trabajan en las obras de la autovía del Urumea, que pasa al lado del antiguo instituto. En opinión de este trabajador, los rumanos no abandonarán el edificio por el hecho de que haya protestas entre los vecinos. “La gente se queja, sí, pero ellos no se irán por eso”, afirmó.
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