La UE amplía al este el espacio libre de controles fronterizos

La zona Schengen se ampliará en diciembre, sin Rumanía ni Bulgaria

La Vanguardia, , 09-11-2007

BEATRIZ NAVARRO – Bruselas. Corresponsal

Los nuevos socios controlarán las fronteras con Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Serbia y Croacia
Ocho países de la órbita ex soviética, además de la isla de Malta, formarán parte, desde el próximo 21 de diciembre, del espacio europeo libre de controles fronterizos internos, conocido como Schengen, que sumará 24 miembros. Los ministros de Interior europeos confirmaron ayer que Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia y República Checa “cumplen las condiciones necesarias” para poner fin a sus controles aduaneros y de pasaporte con el resto de la UE.

La decisión tiene tanto calado histórico como implicaciones directas para el resto de países, ya que deja en sus manos el control de las fronteras exteriores de la Unión, que alcanzan Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Serbia y Croacia. Las fronteras entre los antiguos Quince y los nuevos socios se diluyen, aunque siguen dejando fuera a los recién llegados Bulgaria y Rumanía, que no tienen siquiera una fecha prevista de ingreso.

Las dudas sobre la capacidad de estos países para frenar la inmigración ilegal o las redes de crimen organizado que operan al este de Europa han retrasado casi un año la decisión. Los países afectados han tenido que mejorar a marchas forzadas sus capacidades técnicas y administrativas para controlar las fronteras, revisar visados y emitir permisos de residencia según Schengen. Quedan algunos aspectos por mejorar antes del 21 de diciembre pero, según la decisión adoptada ayer, “no suponen un obstáculo para su ingreso”. El comisario de Justicia, Franco Frattini, incidió ayer en que suprimir las fronteras no supone que se debilite la seguridad interna.

La decisión afectará primero a los controles terrestres y marítimos. Sólo se aplicará en los aeropuertos a partir del 30 de marzo del 2008. No llegará a tiempo la nueva versión del sistema de intercambio de información, que incluye datos biométricos. Aunque en un primer momento la ampliación de la zona se condicionó a su puesta en marcha, la idea se desechó por los numerosos problemas técnicos y la presión de los países afectados.

A falta de controles fronterizos, la cooperación entre los servicios de policía e inteligencia, que tienen acceso a una base de datos común de entradas de ciudadanos extracomunitarios, es imprescindible. La medida pondrá fin a las largas colas que se forman al llegar a los puestos fronterizos y se espera que estimule el turismo y la economía en las regiones afectadas.

La zona Schengen debe su nombre a la pequeña localidad luxemburguesa donde en 1985 Francia, Alemania y el Benelux pactaron la supresión de sus fronteras internas, un hito en el proceso de integración europea. Actualmente componen este espacio los antiguos Quince, excepto Reino Unido e Irlanda, además de los extracomunitarios Noruega e Islandia. El próximo año se adherirán también Suiza y la isla de Chipre. Los pasos fronterizos entre Austria e Hungría, Italia y Eslovenia, Polonia y Alemania, además de los estados bálticos preparan los festejos propios de una decisión que tiene una dimensión histórica para sus habitantes, que al fin dejarán de tener que mostrar sus pasaportes para moverse por la UE. El ministro alemán de Interior, Wolfgang Schäuble, dio ayer por cumplido el sueño de reunificar Europa tras la caída del telón de acero en 1989.

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