EL PERISCOPIO MANUEL ALCÁNTARA
A mitad de camino
Diario de Navarra, , 08-11-2007MÁS de cincuenta inmigrantes han muerto de hambre, de frío y de sed cuando iban rumbo a Canarias. Habían partido desde Senegal y en el cayuco había “over – booking”. La embarcación se averió a mitad de camino, después de 16 días a la deriva. Las cosas que ocurren todos los días no son noticia. ¿Por qué hablar de ellas? El fondo del mar está lleno de subsaharianos. Acostumbrarse al horror, ese es nuestro mayor problema, exceptuado el de la vivienda.
La sensibilidad, que es algo que todo el mundo se atribuye, en una escala o en otra, y no solamente los aficionados a la ópera, exige ser protegida por sus dueños. Si se usa a todas horas se gasta y la compasión se queda en números rojos.
Además, los filósofos más imparciales han llegado a convencernos de que lo que nos ocurre tiene una importancia menor que la manera como lo sentimos. Sólo algunos santos individuales han sido capaces de asumir el dolor del mundo. Así aparecen en los viejos grabados macilentos y tristísimos. Los que no nos ha llamado Dios por el arduo camino de la santidad, o bien su llamada no nos ha sido audible, buscamos siempre técnicas de consuelo y cerramos los ojos.
La verdad es que al mundo no hay por dónde mirarlo. Afganistán acaba de sufrir el peor atentado desde la caída de los talibanes, ya que muchos de ellos se han vuelto a poner de pie.
La policía italiana acaba de desarticular una importante célula que reclutaba suicidas para Irak y el oro ha alcanzado su precio más alto en más de medio siglo. Malas noticias que vienen por todas partes. Esto se está poniendo muy desagradable. Ni siquiera a todo el mundo le gusta la Champions.
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