Otro de los inmigrantes que naufragaron el pasado lunes en aguas de Mauritania murió ayer en el hospital de Nuadibú, como consecuencia del grave cuadro de desnutrición y deshidratación que presentaba tras pasar dos semanas sin agua ni alimentos en un cayuco a la deriva en el Atlántico.

Con esta muerte se eleva a 53 el número de sin papeles fallecidos en esta tragedia. Cuatro murieron cuando ya habían sido rescatados y trasladados a tierra. Los cadáveres del resto fueron arrojados al mar por los supervivientes, que son 97.

De éstos, seis continuaban ingresados en el hospital al cierre de esta edición, si bien «parecen estar superando la crisis».

Según informó a este periódico el delegado de Cruz Roja Española en el país mauritano, Pedro Florido, un médico y un ATS de la ONG prestaron asistencia médica a los 91 inmigrantes que se encuentran en el centro de retención mauritano a la espera de ser repatriados.

«Todavía se encuentran en estado de shock. Afirman que se quedaron sin agua y alimentos y que 49 personas murieron durante la travesía», afirmó Florido.

El dispositivo de emergencias de Cruz Roja Española en Mauritania ha atendido a más de 8.000 personas desde su constitución el pasado 2 de marzo de 2006, y sólo en el mes de octubre de este año ha prestado asistencia a 411 inmigrantes, según informa Europa Press.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, viajará hoy a Senegal para formalizar contrataciones de trabajadores en origen y para solicitar a sus autoridades que intensifiquen la vigilancia en las costas para evitar tragedias humanitarias como la registrada junto a las costas de Mauritania.