Una cincuentena de inmigrantes muere de hambre en el mar
El cayuco, con alrededor de 150 pasajeros, trataba de llegar a Canarias
La Vanguardia, , 07-11-2007- NUAKCHOTT. Agencias
En el cayuco no se encontraba ninguna mujer y, según parece, sólo había un menor de edad
Alrededor de una cincuentena de inmigrantes de origen subsahariano murieron en aguas del Atlántico cuando intentaban alcanzar las islas Canarias a bordo de una embarcación que naufragó frente a la costa entre Mauritania y el Sahara Occidental, según explicaron ayer fuentes de Cruz Roja, aunque en un primer momento la policía mauritana afirmó que el número de víctimas mortales era de 47. Los inmigrantes viajaban en una barcaza que llevaba 19 días en el mar y de la que fueron rescatadas 101 personas, aunque las cifras faci litadas por los propios afectados no fueron muy precisas. La mayoría de los viajeros eran senegaleses, aunque también había personas de otras seis nacionalidades, procedentes de Mali, Gambia, Guinea Conakry, Guinea Ecuatorial y Guinea Bissau. Una vez que se acabaron las reservas de alimentos y agua, comenzaron a morir los primeros ocupantes, que inmediatamente eran arrojados por la borda, según han explicado los supervivientes. En la embarcación no había ninguna mujer y, al parecer, sólo un menor de edad.
El cayuco había zarpado el 16 de octubre desde Ziguinchor, en el sur de Senegal, con rumbo al archipiélago de las Canarias pero, tras la avería, se encalló cerca de Laguerra, a la altura de la frontera entre Mauritania y el Sahara Occidental. Los inmigrantes fueron rescatados ayer por efectivos del ejército mauritano frente a la localidad de La Agüera. Según información facilitada por Pedro Florido, de Cruz Roja española, tres de los rescatados murieron mientras eran atendidos y otras siete personas se encontraban en estado preocupante en un hospital en Nuadibú. Según Florido, todos los rescatados “están un poco aturdidos y a cualquier cosa que les preguntes dicen que sí a todo. Se encuentran tremendamente deteriorados”. El grupo presentaba profundos signos de deshidratación e inanición que, según Florida, “desvelaba la falta de comida y de bebida durante los cerca de 19 días que ha durado su triste y larga aventura”.
Cruz Roja prestó ayuda humanitaria, comida caliente, mantas y teléfono a los inmigrantes para que pudieran comunicarse con sus familiares. Posteriormente, los supervivientes fueron trasladados a un centro de detención a la espera de su repatriación a los países de origen, lo que podría hacerse en un plazo de 48 horas.
El pasado 24 de octubre, otros 52 inmigrantes murieron a bordo de un cayuco localizado por el pesquero gallego Tiburón III a 300 millas de las costas de Senegal.
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