La vinculación directa de la inmigración con la cohesión social, santo y seña del equipo de gobierno municipal de Barcelona, ha decidido al ayuntamiento, pese a sus limitadas competencias en la materia, a potenciar ese área durante este mandato. Una apuesta personalizada en el nombramiento de Dani de Torres, nuevo comisionado del alcalde para la inmigración y el diálogo intercultural.
En los últimos años, la gestión de los temas relacionados con la inmigración recaía en concejales electos, que la compartían con otras responsabilidades. Una situación que ahora cambia, al destinar a esta función a una persona que se dedicará “de forma exclusiva a dirigir el área”, en palabras del primer teniente de alcalde, Carles Martí, titular del sector de Bienestar y Cohesión Territorial, al que se ha adscrito el nuevo cargo.

ÁREA SENSIBLE
Según Martí, el reciente nombramiento permitirá “reforzar un área sensible y ofrecer un única cara para todas las cuestiones referentes a la inmigración”. De Torres, asesor del gabinete de alcaldía de Hereu en los últimos nueve meses, fue jefe de relaciones institucionales de la Conselleria de Cultura, en la etapa de Ferran Mascarell al frente de la misma. Mascarell fue también quien le llevó al ayuntamiento en el anterior mandato, donde ejerció como asesor del entonces edil de Cultura.
Actualmente, y tras cursar el posgrado en inmigración de la Universitat de Barcelona, es coordinador del programa de migraciones de la Fundació Rafael Campalans. Uno de sus principales retos será el de liderar la elaboración en el 2008, coincidiendo con la celebración del año europeo de la interculturalidad, de un plan municipal para fomentarla.
El proyecto promoverá “el reconocimiento de la diferencia con la reciprocidad y el intercambio entre el que llega y el que lo acoge”, según explica el comisionado. De Torres, que destaca el carácter “transversal” de su labor al implicar a numerosos sectores del ayuntamiento, se centrará también en extender un proyecto de ayuda y acompañamiento al reagrupamiento familiar, probado con éxito en Horta – Guinardó.
“En el 2007 hubo 5.700 solicitudes de reagrupamiento, un fenómeno que irá a más y que debemos seguir antes de la llegada de los familiares – – para planificarla – – y después, para facilitar su inserción laboral”, explica. El comisionado gestionará, además, los planes municipales de inmigración y acogida; ejercerá de interlocutor con las entidades y unificará la política local de inmigración, incluyendo a los distritos.

CUATRO COMISIONADOS
De Torres es el cuarto comisionado que nombra Hereu en este mandato. Los otros tres son los exconcejales Ramon Nicolau (Participación Ciudadana), Katy Carreras (Relaciones Ciudadanas) y Maravillas Rojo (Innovación e Investigación).