| MADRID

Los centros de integración han recibido a más de 116.000 personas y atendido a 20.000.

Es más que un punto de encuentro. El segundo Centro de Participación e Integración de los Inmigrantes Hispano Ecuatoriano (CEPI) que inauguró la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en el distrito de Arganzuela, ilustra ese cruce de caminos en el que se ha convertido esta ciudad.

En él los ecuatorianos podrán conocer de España y los españoles de Ecuador en una apuesta por promover la convivencia y el intercambio cultural. Un sitio que desde julio pasado busca reunir a vecinos españoles como Tina Jiménez, ama de casa, y a nuevos madrileños como Alicia Redín, encargada de limpieza y estudiante de informática los fines de semana. Las dos, con más de 40 años, acudieron a este centro que es enlace entre las demandas del grupo y los servicios que da la Comunidad Autónoma: asesoría jurídica, cursos de creación de microempresas, talleres de intercambio cultural y apoyo para los escolares.

La Fundación Alianza Hispano Ecuatoriana, creada hace diez años, atenderá el centro.

En el acto, al que acudió el embajador de Ecuador, Nicolás Issa, Aguirre destacó la importancia de la llegada de compatriotas en la economía local.

Con un poncho verde de Otavalo, Aguirre resaltó la presencia del torero Guillermo Albán, quien dijo que es “heredero de la tradición española y dueño  de  gran maestría” en la  lidia.

Ciento cincuenta y cinco mil compatriotas (segunda colonia más grande tras la rumana) viven en Madrid, que luego de Guayaquil, Quito, Cuenca y Nueva York tiene la mayor cifra de connacionales.

Al momento se ejecutan diez proyectos subvencionados por Madrid, el doble del 2006, con 3’728.000 euros ($ 5’368.620); y en el 2006, dedicó 1’285.000 euros ($ 1’850.400) para apoyar iniciativas en materia de educación, sanidad, desarrollo rural e institucional.

La primera casa en el distrito Tetuán funciona desde agosto del 2006.