Representantes de Mauritania y Senegal solicitaron con urgencia a Europa programas de empleo para que los jóvenes africanos no sueñen con emigrar a Europa de forma clandestina. Afirman que este fenómeno no es coyuntural, sino que viene producido por las grandes diferencias entre el mundo occidental y África.

D. MERINO, Adeje

Representantes de los gobiernos de Mauritania y Senegal solicitaron con urgencia a Europa programas de empleo para que los jóvenes africanos no sueñen con emigrar a Europa de forma clandestina.

Así lo manifestaron ayer Mohamed Lemine, gobernador de Nouakchott (Mauritania) y Cheikh Diagne, vicepresidente del Consejo Regional de Dakar (Senegal). Ambos precisaron que es necesario crear infraestructuras y planes de empleo en actividades primarias para retener a la población en sus zonas de origen y frenar “el éxodo rural hacia las ciudades”.

Los países africanos señalaron que es hora de “superar la descentralización” y coordinarse entre ellos para acercar posturas y fomentar el desarrollo participativo que evite la huida de los jóvenes hacia Europa".

Precisaron que deben poner en marcha proyectos comunes antes de acudir a la ayuda de fuera. Mohamed Lemile y Cheikh Diagne subrayaron que la inmigración ilegal “no es un fenómeno coyuntural, sino global” y la vincularon a “las enormes desigualdades” entre Europa y África, de ahí que apelaran a la cooperación del viejo continente.

En referencia a la exposición fotográfica expuesta ayer en el Centro de Congresos Magma, donde se celebró el encuentro, el vicepresidente del Consejo Regional de Dakar dijo que a Senegal “no llegan imágenes de los jóvenes que vienen en patera” y opinó que necesitan “más información sobre este drama que viven durante la travesía en el mar”.

“Mientras haya pobreza en nuestros países seguirá habiendo inmigración ilegal”, comentó Diagne.

Mohamed Lemile apuntó que los jóvenes africanos piensan que los países europeos “son el paraíso para ellos y prefieren vivir allí”, y por tanto calificó su decisión como “completamente lícita y normal”, entre otras cosas porque “no saben los peligros que entraña aventurarse al mar”, añadió.

Fuga de jóvenes

El gobernador de Nuakchot insistió en contar con proyectos de desarrollos en los países de origen e implicar a entidades locales y regionales “para formar la base del desarrollo”. Senegal “ya ha empezado a trabajar y tiene la intención de extender esta propuesta al resto de los países”, concluyó el gobernante mauritano. Los representantes de los países africanos manifestaron su preocupación por la fuga de los jóvenes, que son el futuro del continente. Precisaron que están saliendo de entre 16 y 40 años, los que están en edad de trabajar y de lograr el desarrollo añorado y recalcaron la necesidad de ayuda a su formación.