Siete ‘skins’ insultan y empujan a dos ‘manteros’ de raza negra en la salida del Metro, sin que conste denuncia ni parte de lesiones La sombra de la violencia xenófoba planeó ayer sobre la boca de Metro de Alfonso XIII, en Prosperidad. Sucedió, según testigos presenciales, «a la hora de comer», hacia las 14.30 horas. Un par de vendedores callejeros de raza negra intentaban hacer negocio desde sus precarias mantas con CD cuando «siete u ocho» jóvenes de estética skin, aunque no rapados, sino con crestas, les provocaron.

Los skins portaban botellines de cerveza que comenzaron a blandir amenazantes, a lo que los vendedores respondieron mostrando unos ladrillos que tenían por allí.

Aquí divergen casi todas las versiones. Unos dependientes de comercios aledaños aseguran que el enfrentamiento fue a golpes y que en él participaron, a puñetazo limpio, «casi unas 30 personas», extremo apuntado por un teletipo de Europa Press.

Sin embargo, el vendedor del puesto de helados al lado del cual todo ocurrió asegura que «no fue más que un forcejeo» que duró «como unos 10 minutos», y que «no hubo más que algún manotazo». No se registró parte médico alguno ni denuncia a la Policía, que se personó por el lugar al final de los hechos, tarde. El extremo no es determinante: de ser sin papeles, difícilmente iban a presentar denuncia los presuntamente agredidos.

Según la versión del heladero, los participantes en el incidente eran viejos conocidos, ya que «los negritos están aquí todo el día con los cedés, y los punkis vienen por la tarde y se colocan en la boca de Metro a armar un poco de jaleo». Todos coinciden en que los presuntos skins vestían de negro y que de sus cuellos colgaban cadenas como de perro.

Las versiones que refieren una pelea en toda regla hablan también de un estudiante de raza negra que intervino para apaciguar los ánimos, una mujer que pasaba por allí y fue cercada por los skins y varios gritos que estos habrían proferido. Gritos en alemán con «Heil, fürher», en referencia a Hitler, y otros que por el acento no fueron comprensibles. Testigos presenciales consultados por este diario aseguran que «un par de ellos levantaron los brazos como haciendo el saludo hitleriano», y que la mayor parte del incidente se consumió en una lluvia de insultos entre los skins, que al parecer moran en una casa okupada en las inmediaciones, y sus indefensas víctimas.

Todo sucedió dos días después de la concentración de cientos de personas de distintas etnias en la Puerta del Sol, el pasado sábado, en repulsa por la agresión a una adolescente de nacionalidad ecuatoriana en Barcelona. También allí, cinco skins fueron detenidos hace 20 días por agredir a viandantes.