DESASTRE NATURAL EN EEUU

El fuego no detiene a los 'espaldas mojadas'

El Mundo, JACOBO GARCIA. Especial para EL MUNDO, 26-10-2007

Decenas de mexicanos sufren quemaduras al intentar llegar de forma ilegal a EEUU con la esperanza de que los incendios les ayuden a ocultarse de las Patrullas Fronterizas Mientras California se quema, México contiene el aliento y sigue muy de cerca el rumbo que toma el viento y el fuego que amenazan importantes poblaciones fronterizas entre ellas Tecate y Tijuana, al otro lado de San Diego, y uno de los puntos de mayor tráfico de personas y mercancías del mundo. Ajena al esfuerzo de bomberos, autoridades y socorristas, la emigración ilegal hacia el otro lado no se detiene ante el acoso de las llamas y, junto al muro que separa ambos países, merodean como cada día decenas de mexicanos, espaldas mojadas, esperando que caiga la noche para intentar el salto.


Con más de 15 focos activos en el vecino estado de California muchos han visto en el humo y el desconcierto su mejor aliado para evitar la deportación a pesar del riesgo y en los últimos días 280 emigrantes han sido rescatados del fuego en zonas limítrofes, muchos de ellos afectados por quemaduras, deshidratados o cegados por la conjuntivitis.


El intenso humo que cubre gran parte del cielo en el sur de California ha provocado que los guías (o coyotes) de indocumentados se desorienten y abandonen a su suerte a los emigrantes. Decenas de ellos, la mayoría mexicanos y centroamericanos, se han perdido en la sierra de Tecate y muchos más en el desierto de San Diego, según la Patrulla Fronteriza y el Grupo Beta que trabaja en la zona.


Un joven de 20 años, originario de Chiapas, continua hospitalizado en la UCI de la Universidad de San Diego con quemaduras de segundo grado después de ser rescatado el pasado martes de entre las llamas junto a cinco personas que viajaban junto a él y que también acabaron con quemaduras de distinto grado. «Pedimos a los connacionales que no intenten cruzar de manera ilegal porque es muy peligroso», insistió Alberto Lozano, portavoz del Consulado de México en San Diego.


Aunque en las calles de Tijuana los comerciantes ambulantes venden desde hace días mascarillas para protegerse de la nube de humo y ceniza que cubre la ciudad, Eduardo Rodríguez ni siquiera lleva algo parecido para internarse en el árido paisaje que tiene delante, y que le conduce a Estados Unidos. «Sí tengo miedo, pero lo que sea antes de quedarme aquí. Al otro lado hay una vida mejor y aprovecharé el humo para que no me vea la migra», dice este agricultor de Michoacán de ropas desgastadas, gorra y mochila.


Para el consulado mexicano «los traficantes de personas buscan convencer a los inmigrantes para que crucen la línea con el argumento engañoso de que la Patrulla Fronteriza estará distraída sofocando el fuego o de que el humo ayudará a ocultarlos».

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