Hay artículos que compensa escribirlos con la frialdad de los datos y el reposo del análisis y otros en los que debe primar la calentura porque si no se pierde sinceridad. El caso del tipo que humilla hasta la vergüenza a una adolescente ecuatoriana repugna hasta la náusea. Y más aún viendo su chulería; y peor todavía pensando en el miedo de la chica; y sabiendo que está en la calle porque un fiscal no le dio la importancia debida, ya el colmo.

El tal Sergi Xavier es un macarra. ¿De qué se ríe cuando se pasea por su pueblo charlando con sus amigotes? ¿De su hazaña bélica? ¿De lo valiente que es dando un patadón a casi una niña? ¿De cómo la manosea? ¿De lo feliz que se fue después de la agresión?

Lo primero que me vino a la cabeza cuando vi el vídeo, y me sigue supurando cuando lo recuerdo, es el hecho de que la joven es de otra etnia. Por eso la pegó, la sobó y la insultó. Y me planteo qué hubiera ocurrido si a mi hija, que también es de otra raza, uno de éstos le manosea el pecho, le sacude una patada de karate y le lanza insultos con saliva en la cara. No, no se te fue la olla, Locatis,ya se te había ido antes y por desgracia, me temo que la vas a tener ida por mucho tiempo.

Hay casos en los tribunales que causan más alarma social por el procedimiento que por el asunto en sí. Por supuesto que hay cientos de patadas a diario que no producen lesiones y por lo tanto no hay caso, como aduce el fiscal, pero aquí no se trata de eso. Aquí, señores fiscales, lo que se debe investigar es qué le estaba diciendo este sujeto a su amigo cuando hablaba por teléfono, a la vez que agredía a la muchacha. Aquí hay que trabajar y no escaquearse para que esta gente esté entre rejas y así ayudar a que otros colegas de prisión le hagan comprender lo que se siente al ser humillado por la profunda razón de que eres de otra raza.

Y menos mal que había una cámara de seguridad y que se entregó la cinta a las televisiones. Menos mal. Porque si no, esta niña estaría en su casa odiando en silencio, avergonzada por su etnia y el tal Sergi Xavier se reiría más todavía con sus compadres.

¿Hubiera sido tan valiente el individuo éste si la chavalita hubiera sido un chavalote? ¿Y si en el vagón hubiesen viajado más personas? ¿Y si ahora se presentan en Santa Coloma de Cervelló una banda latina? ¿Sabe la que has podido liar? Además de Locatis,que es como le apodan en su pueblo, es un cobarde.

Y dice que iba borracho. Hay abogados que hacen de tripas corazón para ejercer su oficio, lo entiendo, pero en algunos casos, la objeción de conciencia debería primar sobre el turno de oficio. Va a ser el primer caso en el que un borrachín no da tumbos en un tren en marcha, tiene la precisión de dar una patada de artes marciales en el punto deseado y, a la vez, hablar por teléfono. Impresionante.

Por una parte me he quedado a gusto, pero por otra no, porque lo que he escrito está demasiado medido. Casos así despiertan en mí lo peor de mí mismo. Y no me gusta. Sólo cabe desear que la chica se recupere, sepa y confíe en que no todos somos como el tal Sergi Xavier.

Descapitalización en origen

Hay quien pone un pero importante a la política de tarjetas azules de la UE para los trabajadores inmigrantes de especial cualificación. Partiendo de la base de que se trata de normalizar a determinados trabajadores, habría que considerar también la total descapitalización de talentos a los que están siendo sometidos esos países de origen. Dicho de otra manera, les estamos quitando a los mejores para nuestras cadenas de producción. ¿Con qué se quedan allí? ¿No se incrementarán las brechas entre países ricos y pobres?

Inversores en América Latina

En el Gobierno existe cierto malestar con algunas de las grandes empresas españolas inversoras en América. Desde la diplomacia española se les achaca cierto “cinismo” cuando piden a los embajadores que se partan la cara por sus multinacionales frente a los nuevos dirigentes pero, a la vez, no hacen la menor autocrítica sobre determinadas actitudes llevadas a cabo cuando se implantaron en los noventa.

Inteligencia contra la ilegalidad

Los servicios de inteligencia del mundo occidental están poniendo en marcha servicios especializados en crimen organizado y en especial en mafias de inmigración. El volumen de las grandes corrientes de inmigrantes ilegales por todo el mundo es y será de tal magnitud que, aseguran, conviene ir preparándose.