La Comisión Europea propuso ayer crear una &8220;tarjeta azul&8221; para los inmigrantes cualificados que trabajen en la Unión Europea e implantar un sistema de ventanilla única donde los recién llegados puedan solicitar de una sola vez un permiso de residencia y trabajo válido para toda la UE.

Con estas medidas, que deben ser aprobadas por los 27 en el consejo, Bruselas quiere fomentar la inmigración legal y de calidad en todos los países de la unión, así como impulsar la economía europea, necesitada de mano de obra joven y especializada.

La &8220;tarjeta azul&8221; tiene el objetivo de atraer a los inmigrantes de alta cualificación de terceros países al permitirles residir y trabajar en la UE durante dos años, prorrogables por otros dos.

Para beneficiarse de este permiso, que pretende responder a la alta demanda que existe en sectores como el aeronáutico, los inmigrantes deberán contar con un contrato de trabajo de antemano y con un sueldo de por lo menos tres veces el salario mínimo del país de destino.

Mientras tanto, el Parlamento y el Senado francés dieron ayer el visto bueno a la polémica introducción de pruebas de ADN para los familiares de inmigrantes, que ha desatado un encendido debate en Francia.

Se trata de &8220;una nueva legislación para inmigrantes, que les permite demostrar su parentesco&8221;, dijo el ministro francés de Inmigración, Brice Hortefeux.

La prueba de ADN es solo una parte del proyecto de ley, que en primera instancia obliga a los futuros inmigrantes a superar una prueba de idioma.