Francia cierra la puerta a la inmigración

El Parlamento aprueba una ley que incluye la prueba de ADN para el reagrupamiento familiar

La Razón, , 24-10-2007

Álvaro del Río
parís- Tras un accidentado trámite parlamentario, la Asamblea Nacional gala adoptó ayer la versión definitiva del nuevo proyecto de ley sobre Inmigración que recrudece las condiciones del reagrupamiento familiar y las vías de entrada en Francia. Es la tercera normativa en cuatro años, tras las promovidas por Nicolas Sarkozy, entonces ministro de Interior. Ahora, el presidente, adalid de una inmigración «escogida» y no «padecida», se ha marcado el propósito de reducir el ingreso de extranjeros por motivos «familiares» y potenciar la inmigración de trabajo, que hoy representa sólo un 7%. Su objetivo es invertir la tendencia y alcanzar el 50%. Este polémico texto, que ha sufrido varias correcciones y con el que se espera ejercer un mejor control de los flujos migratorios, será sometido a votación hoy en el Senado, que debería dar su visto bueno.
ADN, facultativo. Finalmente, el borrador incluye la controvertida medida que hace posible recurrir a una prueba genética de ADN para verificar la filiación del solicitante, pero en su variante edulcorada, que es la que votó en primera lectura el Senado. Esta disposición tiene carácter experimental hasta finales de 2009 y será necesario el consentimiento por escrito de la persona que opta al reagrupamiento. Asimismo, un tribunal tendrá que autorizar el test y designar al profesional que lo practicará. El Estado asumirá el coste de la prueba que está reservada a aquellos países en los que sea difícil establecer el estado civil del demandante.
Examen de lengua y cultura. Todo candidato a la reagrupación familiar, entre 16 y 65 años, incluidos los cónyuges, será evaluado en su país de origen sobre sus conocimientos de la lengua francesa y los valores de la República. Si el resultado es negativo, tendrán derecho a una formación de dos meses antes de ser de nuevo examinados.
Ingresos mínimos. El extranjero que quiera traer a su familia deberá disponer de recursos económicos y ganar al menos el sueldo mínimo interprofesional (1.300 euros).
Contrato de integración. Una vez en Francia, los padres concluirán un contrato con el Estado por el que se comprometen a realizar una formación sobre sus derechos y deberes, con vistas a facilitar su integración en el país.
Registro étnico. La ley autoriza además la creación de un censo racial o étnico de los inmigrantes cuando se trate de efectuar estudios sociológicos sobre «los orígenes diversos de las personas, la discriminación y la integración».
Regularización excepcional. Lejos de proceder a una regularización masiva, esta ley facilitará de manera excepcional la residencia legal a aquel inmigrante indocumentado que esté trabajando o tenga una promesa de empleo. Pero se delimita, pues sólo es válida en aquellos sectores deficitarios de mano de obra y en las zonas geográficas en las que haya necesidades de contratación.

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