El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha dado una gran palmada en el hombro del rey, Mohamed VI. De visita en Marruecos, Sarkozy elogió ayer al régimen marroquí y destacó su «vigor democrático» y su «pluralismo». El dirigente galo alabó la «ejemplaridad» de Marruecos en todo el mundo musulmán, al juzgar que en el país magrebí «los partidos no predican y los predicadores no hacen política». Además, siempre según la visión de Sarkozy, las mezquitas de Marruecos «acogen a imames bien formados (…), no a agitadores».

El presidente francés también se pronunció sobre el Sáhara Occidental para manifestar su apoyo al plan de autonomía presentado por Rabat para la antigua colonia española que Hassan II se anexionó en 1975. «Francia estará a vuestro lado», declaró el mandatario en relación con las negociaciones con los independentistas saharauis del Frente Polisario, iniciadas el pasado verano bajo los auspicios de la ONU. Según Sarkozy, el plan marroquí es «serio y creíble» y supone una «base de negociación para la búsqueda de un acuerdo razonable», informa Efe.

Tras firmar contratos comerciales entre Francia y su antigua colonia por valor de unos 3.000 millones de euros, Sarko propuso «organizar» y «negociar» la inmigración y reimpulsar el proceso Euromediterráneo.