&8220;Voy a aprovechar un viaje que sale en la noche&8221;

La Prensa Gráfica, Keny López/Nora Moreno, 22-10-2007

Una de las mujeres que viajó en la lancha había intentado llegar a Estados Unidos dos veces este año. Su familia en Metapán espera noticias desde hace una semana.

&8220;Voy a aprovechar un viaje en lancha que sale mañana en la noche.&8221; Fue lo último que le dijo Óscar Armando Martínez a su esposa, Alba Torres, en una llamada que hizo el domingo 14 de octubre desde Puerto Ocós, en Guatemala. Ocurrió antes del naufragio ocurrido la madrugada del martes 16 en la costa mexicana.

El viernes 12, Óscar, de 46 años, salió de su casa en Villa Lourdes, en Colón. Le dijo a su esposa que iba hacia Estados Unidos y no le dio más detalles.

Ese mismo viernes, Ana Marlene Martínez se despidió de su familia en el cantón La Joya, en Metapán, Santa Ana. Era el tercer intento de Ana, en este año, para llegar a Estados Unidos. Viajó en abril y en junio junto a sus hijos y las dos veces fue capturada en Houston.

En el primer intento logró que su hijo de 15 años se quedara bajo la custodia de su hermana que vive en Los Ángeles y en el segundo dejó a su hija de 17, también en California. El tercer intento era para reunirse con sus hijos.

Ana le dijo a su familia que viajaría con dos amigas: Francisca Marisela Ordóñez y Noemí Estela Martínez. Esta última es una de las sobrevivientes del naufragio ocurrido el martes pasado en México. Este detalle, más la llamada que recibió la familia de Ana el lunes, en la que les dijo que ya estaba a punto de cruzar a México, alertó a la familia.

Los testimonios de Alba Torres y de Clelia Flores, hermana de Ana, coinciden en varios puntos: que sus familiares salieron en la misma fecha de sus casas y llamaron de Puerto Ocós para decirles que viajarían en lancha hacia México. También coinciden en señalar que desconocían si Óscar y Ana, junto a sus amigas Francisca y Noemí, viajaban con un coyote.

Según el testimonio que los sobrevivientes Noemí Martínez, de 29 años, y Walter Alexander Alas, de 23, brindaron a Prensa Latina, la embarcación salió el lunes 14 por la noche de Puerto Ocós. Cada uno de los ocupantes pagó $2,500, precio que incluía llegar a Oaxaca, desde donde serían trasladados por vía terrestre a Ciudad de México para, posteriormente, llegar hasta Tijuana y de ahí cruzar la frontera con Estados Unidos.

Alexander dijo que fueron engañados, pues se sobrecargó la nave. Se estima que entre 24 y 26 personas viajaban a bordo.

La madrugada del martes, la embarcación naufragó en la costa del istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. El percance se atribuye a las fuertes lluvias provocadas por la tormenta tropical Kiko, que azota la costa mexicana. Únicamente se han localizado 12 cuerpos, que aún no han sido identificados. Hay dos sobrevivientes.
Preocupación general

Las oficinas de la Cancillería salvadoreña abrieron ayer para atender a las personas que temían que sus familiares se encontraran entre las víctimas.

Samuel Gámez y su hermano preguntan por su hermana Aracely Gámez, de 24 años, quien viajaba en la lancha. Ella, originaria de San Juan Talpa, salió aproximadamente hace 12 días para reunirse con su esposo.

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