La ultraderecha xenófoba confirma su triunfo en las legislativas suizas Tres ovejas blancas que expulsan del país a una negra

ABC, 22-10-2007

ANTONIO SÁNCHEZ SOLÍS

CORRESPONSAL

VIENA. La campaña electoral más cara, más polémica y más violenta de la historia de Suiza culminó ayer con unos resultados que no sorprendieron a nadie. Las previsiones y sondeos de los últimos días fueron confirmando que el discurso xenófobo y nacionalista del Partido Popular Suizo (SPV) es el más valorado por los votantes de la república alpina en estos comicios legislativos.

A expensas de cerrar el recuento, el SPV reafirmaba su condición de partido más votado con el 28,8 por ciento de los sufragios, al añadir 2,1 puntos a sus resultados de 2003 y lograr 61 de los 200 escaños de la Asamblea Federal.

Por el contrario, el Partido Socialista veía cómo sus apoyos bajaban más de cuatro puntos hasta quedar en el 19 por ciento y 43 escaños. La caída del único partido de izquierdas integrado en el gobierno colegiado de Berna fue en gran medida a costa del crecimiento de Los Verdes, que pasarían del 7,7 al 9,5 de los votos y a ocupar 18 plazas en el Nationalrat. Para las otras dos formaciones importantes en liza, los datos preliminares arrojaban unas pérdidas de 1,4 puntos (15,9 por ciento y 30 escaños) para los liberales del FDP y una tenue subida del 0,2 (14,6 y 31 asientos) para el democristiano CVP.

Delincuentes y sus familias

El SPV ya fue en 2003 la formación más votada y rompió la fórmula de gobierno que regía la Confederación Helvética desde hace 50 años: un gobierno de concentración, sin primer ministro, con dos ministerios para socialistas, liberales y democristianos. En aquella ocasión, el SPV arrebató su segunda cartera al centro derecha. Ahora, su líder, el millonario Christoph Blocher, propone un gabinete que deje fuera a los socialistas.

Desde el Partido Popular se defiende la expulsión de los extranjeros que atenten contra las leyes suizas e incluso de sus familias si el delincuente es menor de edad. Entre los 7,5 millones de suizos se cuentan 1,6 millones de extranjeros, principalmente del sur de Europa y los Balcanes.

Pese a su tradición de país de acogida y asilo – Suiza es sede de numerosas organizaciones humanitarias y de la Cruz Roja Internacional – , la legislación ha endurecido últimamente el proceso para obtener la nacionalidad suiza.

En diciembre

A mediados de diciembre, la Asamblea tendrá que decidir la composición del Ejecutivo suizo. Se verá entonces si se confirma la ruptura del tradicional sistema de reparto y las consecuencias de que las dos formaciones tradicionalmente fuera del sistema, derecha nacionalista y Verdes, hayan sido los partidos con mayor crecimiento proporcional.

Si Christoph Blocher mantiene su puesto como ministro de Justicia, en 2009 ocupará la presidencia del país, en la que se turnan los siete miembros del Consejo Nacional.

La campaña del Partido Popular Suizo (SPV) ha sido duramente criticada dentro y fuera de la nación por su claro componente xenófobo. Un cartel electoral con tres ovejas blancas que pateaban fuera del país a otra negra, ha sido el elemento más polémico de un mensaje nacionalista que quiere a Suiza fuera de la Unión Europea (UE) e incluso de Naciones Unidas (ONU), a la que pertenece sólo desde el año 2002.

La tensión de esta campaña se desató el pasado día 6 de octubre, cuando manifestantes de izquierda se enfrentaron a la Policía en Berna para impedir un acto electoral del SPV, una situación poco habitual en la estable y moderada Suiza. Esta polarización llega tras el lento avance del partido de ultraderecha, nacido a mediados de la década de los años 70 entre los núcleos rurales de la Suiza alemana y que se ha ido extendiendo en los últimos años por los cantones francófonos y occidentales.

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