Alrededor de un centenar de personas acudieron ayer a las 19 horas a la inauguración de la Iglesia Evangélica de Filadelfia, situada en el barrio de la Rochapea de Pamplona. Aunque el centro está orientado a personas de etnia gitana, el pastor evangélico Agustín Jiménez Jiménez insistió en que sus puertas están abiertas a todo el que quiera. El colectivo tiene como filosofía priorizar la ayuda al marginado: «Nuestra obra es espiritual pero sobre todo social.
En un futuro próximo pensamos crear talleres para que se puedan reintegrar en la sociedad y en la vida cotidiana aquellas personas que están marginadas de ella por culpa del alcohol o de las drogas», añadió Jiménez.

Se trata del segundo centro de estas características en la zona ya que el primero, localizado en Berriozar, se estaba quedando pequeño. «Además, éste es un barrio en el que había una gran cantidad de familias que lo solicitaban y era necesario estar más cerca de ellas para poder atender a sus necesidades», explicó Jiménez. Este nuevo templo cuenta con modernas instalaciones y un sistema de insonorización además de una pequeña sala de juegos para los niños.

El acto de inauguración y la posterior celebración de las alabanzas contaron con la presencia de numerosos patriarcas de la zona y de la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, que ofrecieron su apoyo a esta comunidad religiosa en esta nueva andadura.