A poco que uno siga la prensa, se da cuenta de que, desde hace unos meses, el pueblo norteño de San Juan de la Rambla tiene más presencia en los medios, gracias a la iniciativa del Grupo Socialista, que entró en el ayuntamiento a raíz de las elecciones del 27 de mayo. En sus notas de prensa, los socialistas realizan la crítica política a la que están legitimados, a la vez que informan de sus mociones y propuestas para la mejora del municipio. Lo normal es que también haya una nota de prensa para lamentar que el grupo de gobierno se niegue a ejecutar ni una sola de las mociones que presentan.

Tristemente, en ciertos medios audiovisuales de baja estofa, la presencia del Grupo Socialista, y en particular de su portavoz, Fidela Velázquez, también está siendo notoria. La sarta de insultos irreproducibles de que está siendo objeto la señora Velázquez mueve a la solidaridad instantánea y al repudio de los métodos de quienes lanzan calumnias en lugar de informar, amparados y financiados por los viejos capitostes que ven asustados cómo se siembra la democracia en sus dominios, donde siempre han gobernado de forma autoritaria.

Desde estas líneas, animo a la señora Velázquez y a todos los concejales de su Grupo a que no se dejen amedrentar por los medios rudos y sigan abriendo ventanas a través de las cuales airear la vida democrática del municipio. Su presencia y su actividad es necesaria para este municipio que reclama un lugar positivo en los periódicos, que precisa un impulso para superar su imagen de enfrentamiento y le dé a conocer entre los tinerfeños como un sitio tranquilo y hospitalario.

Doña Fidela Velázquez, que vive de su trabajo y se entrega a la política por mera vocación, tiene mucho que hacer a la hora de ponerle una sonrisa y una palabra amable a San Juan de la Rambla.

Montserrat Oliva Cruz

Carolina Darias se equivoca

En su pregón de las fiestas de la Naval, Carolina se equivoca de lugar, su discurso encaja en esos gobiernos de comunidades de España que no admiten inmigrantes africanos.

Intenta confundir a nuestro pueblo cuando habla de la emigración canaria a Suramérica, principalmente a Cuba y Venezuela. Si toda la fuerza laboral de Canarias se hubiera trasladado a cualquiera de esos dos países, el impacto habría sido positivo ya que habrían ayudado a su desarrollo y no hubiera tenido un efecto pernicioso sobre la demografía, más bien al contrario.

Aquí, en Canarias, debido al saqueo de nuestra riqueza, el turismo, ha venido una auténtica oleada de colonos españoles que han causado tal desastre demográfico que han conseguido que actualmente nuestra lucha primera sea conseguir que no acaben con nosotros, que los canarios no seamos extinguidos de la faz de la Tierra.

Si esta invasión española no se hubiera producido, nosotros estaríamos en condiciones de abrir cupos de acogida a desheredados de la fortuna. Cosa que no podemos hacer en las actuales circunstancias.

Esta realidad que expongo espero que la comprenda, porque, al fin y al cabo, no es tan difícil.

Igualmente comprenderá que no podamos permitirnos crecer más y con ello crear más empleo para la metrópoli. Porque esto conduciría solo a agravar nuestro problema: la llegada masiva de foráneos españoles.

Antonio Artiles Mejías