Un rumano vende a una compatriota menor por 2.000 euros para ser prostituida

ABC, 20-10-2007

MARÍA ISABEL SERRANO

MADRID. Tenía muchas cuentas pendientes con la justicia. La Policía andaba detrás de él desde hace tiempo. Era resbaladizo y se escondía bien. Pero no hay crimen perfecto y Sandu P., de origen rumano, ha caído. Estaba acusado, entre otras cosas, de vender por dos mil euros a una menor, compatriota suya, para ser explotada sexualmente en España.

El individuo acaba de ser detenido en Madrid por agentes del Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional. Sandu P, de 35 años, estaba siendo reclamado, también, por las autoridades judiciales de su país. Se sabe que este presunto delincuente nació en la localidad rumana de Peteru, según informan fuentes policiales.

En el momento del arresto llevaba encima una carta de identidad y un permiso de conducir falsos a nombre de otra persona de su misma nacionalidad. Por si todo ello fuera poco, Sandu tenía interesada una Orden Europea de Detención y Entrega, emitida por las autoridades judiciales rumanas, por un delito relativo a la prostitución e inmigración ilegal.

La cruda realidad

A la vista de la citada Orden, en enero de 2002 Sandu, que formaba parte de una organización dedicada a la explotación sexual, reclutó a una menor, algo que, al parecer, no le resultaba nuevo. Prometió el oro y el moro a la niña. Engaño tras engaño.

Le facilitó un pasaporte y una determinada cantidad de dinero y la trasladó a España. Una vez en nuestro país, la cría se topó con la cruda realidad porque el ahora detenido, Sandu P, había vendido a su víctima por dos mil euros para que fuera explotada sexualmente.

La Policía no ha facilitado datos de la víctima. Es lógico porque se trata de una menor.En casos como este, las víctimas suelen ser atendidas por psicólogos. Los expertos aseguran que, debido a la edad y a las vejaciones a que se somete a estas menores, la curación suele ser difícil y larga en el tiempo.

El presunto delincuente, Sandu P., ha pasado a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional. Los abusos a menores son, por desgracia, demasiado habituales. En los últimos cinco meses se han conocido, al menos, cinco casos relacionados con menores.

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