«La inteligencia de los africanos no es como la nuestra», afirmó el Premio Nobel de Medicina La junta directiva del Centro de Estudios Cold Spring Harbor, en Nueva York, ha suspendido las «responsabilidades administrativas» del Premio Nobel de Medicina James D. Watson, uno de los descubridores de la estructura del ácido desoxirribonucleico, por unas polémicas declaraciones sobre Africa, informa Efe.

Watson, biólogo molecular que dirigía hasta ayer la Escuela de Ciencias Biológicas del mencionado laboratorio, declaró en una entrevista publicada por The Sunday Times el domingo pasado, que es «pesimista» acerca del futuro de Africa. «Todas nuestras políticas sociales se sustentan en el hecho de que su inteligencia [la de los africanos] es la misma que la nuestra, cuando todas las pruebas indican que eso no es así realmente», afirmó Watson según el diario.

El presidente de la junta directiva del Centro de Estudios Cold Spring Harbor, Bruce Stillman, dijo que discrepa de las palabras del Premio Nobel: «Los comentarios atribuidos al doctor Watson son sus propias declaraciones personales y no reflejan de manera alguna las misiones, metas o principios de la junta directiva de nuestro laboratorio. La junta, la administración y el cuerpo docente discrepan vehementemente de esas declaraciones y están sorprendidos si es que Watson realmente hizo tales comentarios». La suspensión del rector del laboratorio es provisional, a la espera de que la junta ratifique la decisión.

Disculpas

En un artículo para The Independent, Watson pidió ayer disculpas por las ofensas que sus afirmaciones hayan podido causar y afirmó que no quiso decir en su controvertida entrevista que Africa es «como continente genéticamente inferior». Sin embargo, el científico da a entender en su artículo que los genes pueden explicar muchos rasgos del comportamiento individual, entre ellos la inteligencia y la proclividad a la delincuencia.

«Una de cada tres personas que busca trabajo en las oficinas de empleo temporal de Los Angeles es o un psicópata o un sociópata», afirma el investigador, que se pregunta si esas condiciones son una consecuencia directa del entorno o de la herencia genética de los individuos. «El ADN debería darnos la respuesta», agrega Watson, que se dice preocupado por la posibilidad de que «algunas personas sean malvadas de modo innato».