| MADRID

Gira.

Ecuador no aparecía en el imaginario colectivo español hasta que la mañana del  3 de  enero del 2001  un accidente segó la vida de doce ecuatorianos.

El furgón en el que viajaban fue arrollado por un tren de cercanías en la vía férrea de La Torrecilla, muy cerca de Lorca (Murcia).  La tragedia sacó a la luz una realidad en la que primaba el comercio inmisericorde de mano de obra sumisa con o sin papeles.

El presidente Rafael Correa visita hoy este  enclave agrícola donde miles de sus habitantes se han visto abocados a permanecer diez horas asfixiados en medio de los pesticidas o atrapados entre los interminables mares de plástico que cubren los invernaderos.

Hablar de Lorca invita  a evocar la glorieta del Óvalo de Santa Paula, punto neurálgico para contratar braceros (enganchar, en el léxico de los inmigrantes), y a la que muchos llegaron a bautizar como Plaza de Quito.

Son 7.175 connacionales (3.115 mujeres y  4.060 hombres) que están empadronados en esta ciudad  de calles estrechas, donde no resulta extraño que tres de cada cinco transeúntes porten pasaporte ecuatoriano. Y donde, a diferencia de urbes como Madrid, la palabra que más se  escucha es “volver”.

Precisamente por ello Luis Ochoa, presidente de la asociación Inti Raymi, pedirá al Mandatario la puesta en marcha de planes “realistas” que garanticen un “retorno digno” a quienes consideran agotado su proyecto migratorio.

Tras una reunión con las autoridades de la ciudad, Correa mantendrá un almuerzo con dirigentes de asociaciones. Después, depositará una ofrenda floral en el kilómetro 7,42 de la vía férrea de La Torrecilla, punto en el que murieron los doce ecuatorianos. El mismo sitio al que religiosamente acude cada 2 de noviembre Manuel Enrique Feijoo, acompañado de sus hijos. Su esposa, Marcia Zambrano, perdió la vida en el siniestro. Desde hace poco más de un año se mudó a Palma de Mallorca para trabajar en la construcción. Como él, algunos familiares de los fallecidos prefirieron abandonar la ciudad. Otros regresaron a Ecuador.

Desde Murcia, el presidente Correa efectuará su acostumbrada cadena de los sábados y posteriormente viajará a Italia, donde tras acudir a una misa papal en la plaza del Plebiscito de Nápoles, el domingo a la mañana, Correa irá al seminario Capodimonte junto con otros altos dignatarios civiles y religiosos, para un encuentro privado con el Papa.