La coordinadora denuncia la situación de los 33 inmigrantes bengalíes
La Asociación Pro-Derechos Humanos en Andalucía considera que el Estado está «prolongando unasituación grave de incertidumbre»
Diario Sur, , 19-10-2007Ayer se cumplió un duro aniversario para los 33 inmigrantes de origen bengalí que abandonaron voluntariamente el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en Ceuta. El pasado 18 de agosto, cuando el cónsul de Bangladesh visitó las instalaciones con el objetivo de identificarlos para su deportación, decidieron huir. Ya han pasado dos meses.
La coordinadora de Inmigración de la asociación Pro – Derechos Humanos en Andalucía, Inmaculada Lara, considera que el Estado está «prolongando una situación grave de incertidumbre», ya que estas personas llevan años esperando una devolución a su país o alguna actuación de la Administración para conseguir un trabajo y una vida mejor.
«Cuando los visitamos y hablamos con ellos en la puerta del CETI pudimos ver la situación de desesperación que vivían porque no quieren volver a su país y llevan años sin poder pasar a la península», apunta.
Lara se muestra partidaria de alguna fórmula que permita a estos inmigrantes la concesión de una autorización provisional de trabajo, que rompa con la situación de incertidumbre. «Tampoco entendemos por qué España no ha podido deportarlos en tanto tiempo. Esta situación conlleva una carga importante de frustración a nivel personal», reitera.
El presidente de la Asociación de Bangladesh en España, Eliacat Hossein, tiene claro que el Gobierno español «puede darles la libertad» a sus compatriotas. «Este país necesita gente para trabajar y ellos llegaron a España para hacerlo», explica.
La asociación ha hablado con ellos, ha visitado la zona y reconocen que viven «momentos difíciles».
«Pasan frío, no tienen agua, temen las lluvias y ahora dicen que por la zona aparecen muchas serpientes», comente Hossein. Para el colectivo, la situación es «insostenible», porque muchos de ellos tardaron más de un año en cruzar el continente africano para llegar a Ceuta, donde los han retirado otros tantos. «La mayoría de ellos han perdido cuatro o cinco años de su vida. Y después de este tiempo si vuelven a su país no tendrán casa, ni trabajo, no tendrán nada», sostiene el presidente de la Asociación de Bangladesh en España.
La Delegación del Gobierno ha informado, por su parte, que reciben alimentos y atención sanitaria.
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