Leo, con más pena que indignación, que el Nobel Watson afirma la superioridad de la población blanca sobre la negra, porque los africanos (peligrosa generalización) son menos inteligentes. Para él, «todas nuestras políticas sociales» se equivocan en tal sentido. Por desgracia, no es el único, y los partidos racistas lo confirman. ¿Ignoran que la inteligencia depende de factores muy distintos: biológicos, educativos, conductuales, etc.? ¿O es que, de antemano, toman sus decisiones discriminatorias? La complejidad del tema se debe a nuestro desconocimiento de sus bases genéticas, a su imposible asociación a grupos humanos concretos y a la falsa conexión entre color de piel y facultades cognitivas. Una vez más: lo único que le falta a un hombre inteligente es serlo suficientemente.